Los registros de las cajas negras del avión siniestrado en los Alpes franceses provocan bruscos descensos también en otras aerolíneas como IAG y Ryanair. Lufthansa vuelve a sufrir en Bolsa ante las últimas revelaciones sobre la tragedia del 4U9525. La aerolínea alemana matriz de Germanwings, la ‘low cost’ que operaba el vuelo, ha llegado a caer un 4,4% en Fráncfort tras conocerse que el copiloto habría sido el único responsable del siniestro. Desde que se produjo el fatal accidente la compañía ha perdido un 7% de su valor bursátil.
El imparable retroceso de cotización de Lufthansa se ha incrementado conforme ha avanzado la sesión negociadora. Desde caídas en línea con el índice DAX de referencia de la Bolsa alemana, a colocarse como el valor más bajista de todo este agregado. A primera hora de la sesión, la aerolínea cedía casi a la par que Airbus, el consorcio europeo de aeronáutica responsable de la nave A320 siniestrada. Sin embargo, una vez que se ha conocido que el fiscal de Marsella considera que la tragedia fue responsabilidad única del copiloto, que incluso habría buscado el suceso, los caminos de ambas compañías en el parqué han sido muy diferentes.
Las acciones de Airbus han abandonado los descensos de primera hora para volver a repuntar al alza en la segunda mitad de la sesión de este jueves. A poco más de una hora para el cierre de los mercados europeos, la compañía anteriormente denominada EADS llegaba a probar ganancias del 0,8%. El hecho de que el trágico accidente que ha segado la vida de 150 pasajeros no se haya debido, en principio, a ningún defecto del avión de su manufactura despeja las incertidumbres que se habían generado en torno a contrataciones futuras y pedidos pendientes de entrega.
Un alivio para la firma en cuyo capital tienen posiciones las arcas públicas de Francia, Alemania y España. Un listado que precisamente coincide con los tres países más golpeados por el accidente de los Alpes, pues de estos tres procedían la mayoría de viajeros fallecidos, según parece, por la determinación del copiloto Andreas Lubitz, que incluso habría bloqueado la entrada a la cabina de mandos del piloto Patrick S.
El castigo inversor hacia la aerolínea se ha incrementado por otros dos factores que los analistas han aireado en sus últimos informes. En primer lugar, el hecho de que el accidente hubiera sido provocado por un empleado de Germanwings haría que la indemnización a exigir a la aseguradora del vuelo se redujese drásticamente. Si estas circunstancias se confirman podría darse incluso el caso de que parte del resarcimiento a los familiares de las víctimas tendría que salir de la maltrecha caja fuerte de la filial de Lufthansa.
Es esta circunstancia la que lleva a la segunda razón por la que la huida de inversores es hoy más sonora que en las jornadas precedentes. Se comienza a especular con la posibilidad de que la antigua aerolínea alemana de bandera pueda optar por echar el cierre a su marca de bajo coste. Su ya de por sí quebradizo balance a consecuencia de las abultadas pérdidas acumuladas a lo largo de los últimos ejercicios fiscales podría volverse aún más frágil ante la inesperada salida de caja fuerte que supondría la confirmación de los hechos con los que actualmente trabaja la Justicia francesa.
Las fuertes caídas sufridas por Lufthansa se han contagiado a buena parte del sector del transporte aéreo europeo. El holding IAG que agrupa a Iberia y British Airways ha llegado a registrar también descensos superiores al 4% en las Bolsas de Madrid y Londres. En este último parqué, la ‘low cost’ Ryanair ha llegado a ceder cerca de un 3%. En esta misma plaza y porcentaje ha caído también EasyJet. La nórdica SAS y la franco-holandesa Air France – KLM han marcado pérdidas próximas al 2% tras conocerse los registros de las cajas negras del avión siniestrado en los Alpes de la Alta Provenza.







