Un fondo registrado en Delaware emerge como gran accionista de Pescanova

La crisis de Pescanova

Un fondo registrado en Delaware emerge como gran accionista de Pescanova

Pescanova

La aparición de Broadbill revuelve de nuevo el mapa accionarial de la gallega. Los estadounidenses han conseguido su participación con operaciones en mercados paralelos. Pescanova estrena accionista de relevancia mientras sus gestores se esfuerzan por finiquitar el concurso de acreedores en el que anda sumida. En pleno reflote de la pesquera gallega, un fondo de inversión registrado en Delaware, conocido como el paraíso fiscal de EEUU, ha emergido como dueño de un 3,7% de sus acciones.

La cartera de Broadbill Investment Partners, que así se llama el fondo estadounidense, abarca un total de 1,062 millones de acciones de Pescanova. Una participación que sus gestores han eludido explicar en qué condiciones se ha conseguido, limitándose a notificar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que fue el pasado 29 de enero cuando superaron el preceptivo umbral del 3% del capital a cuya superación un accionista se convierte en significativo para el supervisor.

En la notificación remitida a cuenta de su engorde de participación queda reflejado que la adquisición de las acciones, cuyo precio se desconoce, no ha tenido lugar ni en un mercado oficial español ni en ningún otro regulado. A diferencia de lo que ocurrió cuando Carolina Masaveu alcanzó un 7% de la gallega gracias a operaciones especiales reguladas a coste de derribo, los de Broadbill se han hecho hueco como accionistas de referencia a golpe de talonario en mercados paralelos conocidos como OTC, por sus siglas en inglés.

Desde los despachos del fondo estadounidense se explica que con anterioridad a las últimas compras ya contaban con 716.023 acciones de Pescanova. Un paquete que no superaba el referido umbral del 3%. Ahora, se convierten en los sextos mayores accionistas de la maltrecha compañía por detrás de su expresidente Manuel Fernández de Sousa (7,515%), la empresaria asturiana Carolina Masaveu (7,133%), la cervecera Damm (6,2%), el fondo Luxempart (5,837%) y Silicon Metals Holding (5%).

Sobre los nuevos accionistas de Pescanova, poca información hay disponible en los portales especializados en fondos de inversión. Sus oficinas centrales están en Nueva York, si bien la compañía está registrada en Delaware, estado famoso por su amable fiscalidad corporativa frente al resto del país norteamericano. El documento mediante el cual han dado cuenta de su operación a la CNMV marca como fecha de la notificación el 21 de enero, si bien anteriormente se señala que fue ocho días después cuando se alcanzó la posición notificada.

Ante este escenario de opacidad, accionistas minoritarios de Pescanova agrupados en la asociación AMAP, han acusado a la CNMV de permisividad y han preguntado a la presidenta del organismo, Elvira Rodríguez, hasta cuándo va a permitir que se realicen operaciones en el denominado mercado gris con acciones que “son deseadas hasta por compañías neoyorquinas” al albor de que se resuelva el concurso de acreedores de la compañía gallega que el pasado lunes ponía en orden su balance del ejercicio 2014 y daba cuenta de su regreso a beneficios.

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