Los consumidores no parecen tan entusiastas como algunos organismos en lo que se refiere a la recuperación económica. La debilidad de su confianza se traduce en un parón en los índices bursátiles. La remontada que el Ibex 35 ha venido forjando en los últimos días se topa con un obstáculo inesperado: los índices de confianza publicados en varios países de la Eurozona. La debilidad de estos indicadores ha frenado el tono alcista del selectivo madrileño, que se mantiene prácticamente plano salvando los 10.800 puntos.
Tanto en Italia como en Alemania, las cifras de confianza del consumidor no han logrado colmar las expectativas de los analistas, frustrando una nueva sesión alcista para los parqué del Viejo Continente. En Francia, donde se publicaba este miércoles la encuesta de optimismo en los negocios del país vecino, los 96 puntos conseguidos únicamente han conseguido cumplir con los pronósticos, sin causar sorpresa alguna.
Con este escenario, el Ibex 35 pierde fuerza conforme avanza la sesión y alcanza su ecuador con tímidas alzas del 0,2% que apenas consiguen aguantar los 10.850 puntos de referencia que en algunos cruces incluso se pierden de vista. Al frente de las alzas se colocan IAG (+1,9%), Abengoa (+1,8%), Banco Popular (+1,7%) y Jazztel (+1,4%). Al otro extremo de la tabla de revalorizaciones, FCC (-1,7%), Enagás (-1%), Sacyr (-0,7%) e Inditex (-0,6%).
Por el resto de plazas europeas, la contención es la tónica dominante y en algunos parqués incluso hace su aparición el rojo de las caídas. El DAX de Fráncfort es uno de los que ceden a la presión bajista con caídas del 0,1% al encajar el dato de confianza ya referido. En la misma cuantía retroceden el CAC 40 parisino y el AEX de Ámsterdam. También se deja una décima porcentual el paneuropeo EuroStoxx 50, que pierde los 3.195 puntos básicos. El Ftse 100 londinense suma un 0,1% a su gráfica, mientras que el Ftse MIB milanés duplica la remontada pese al débil dato macro publicado en el país transalpino.
En el mercado secundario de deuda soberana, la prima de riesgo sigue encogiendo gracias al apetito despertado entre los inversores por los bonos periféricos. Los papeles españoles a diez años cotizan ya a una rentabilidad del 2,09% mientras que los ‘bunds’ alemanes de referencia se anclan en el 0,91% a media sesión negociadora. Así, el diferencial entre ambos se estrecha hasta los 118 puntos.
