Iron Mountain da un giro de 360 grados a su negocio: de la gestión de datos, al sector inmobiliario. Un movimiento que los inversores han premiado con bruscas alzas en Nueva York. El mercado inmobiliario sigue levantando pasiones en EEUU. Su última conquista ha sido la de Iron Mountain, una compañía de almacenaje y gestión de datos que ha aprobado reconvertirse en un fondo de inversión inmobiliaria. Un movimiento que ha entusiasmado también a los inversores, que premian a la firma con alzas del 20%.
Las órdenes de compra se abalanzan sobre el accionariado de la compañía en el mercado de futuros de Wall Street, donde el vertical repunte ha llegado a ser del 25% en algunos compases. Cada una de sus acciones llega a pagarse a más de 36 dólares después de haber recibido el visto bueno de las autoridades supervisoras de EEUU para su radical cambio de negocio.
La que no consigue levantar el ánimo de la Bolsa de Nueva York es Bed Bath & Beyond. Los futuros sobre las acciones de la compañía de mobiliario doméstico se dejan más de un 8% después de haber presentado unas cuentas trimestrales que no han conseguido colmar las expectativas de los analistas que más de cerca siguen el valor. El castigo se amplía porque a cuenta de este balance, la firma se ha visto obligada a revisar a la baja sus previsiones de negocio para el conjunto del ejercicio.







