‘Menas’, un acrónimo convertido en despectivo que apareció por primera vez en el BOE en 2009

Menas

‘Menas’, un acrónimo convertido en despectivo que apareció por primera vez en el BOE en 2009

Vox ha convertido a estos ‘menas’, acrónimo de menores extranjeros no acompañados, en uno de sus objetivos para la campaña a las elecciones a la Comunidad de Madrid.

Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca

Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca

La palabra ‘mena’, un acrónimo que hace referencia a los menores extranjeros no acompañados, apareció formalmente en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en 2009. Ahora, muchas ONG y profesionales piden que se deje de emplear por el carácter despectivo que le ha conferido la ultraderecha al criminalizar a esos niños migrantes que han llegado a España sin familia.

A lo largo de los textos legales promulgados en España, han sido muchos los términos empleados para definir a aquellos niños, niñas y adolescentes migrantes que llegaban completamente solos al país en busca de una vida mejor. El acrónimo ‘mena’, según una búsqueda realizada por Servimedia, no aparece hasta el año 2009.

Se trata de un protocolo firmado por Celestino Corbacho, entonces ministro de Trabajo e Inmigración en el Ejecutivo del PSOE, con el gobierno de Navarra para el “desarrollo de actuaciones de acogida e integración de personas inmigrantes, así como de refuerzo educativo”. En él se menciona por primera vez en el BOE un programa para “menas”.

Este programa en cuestión consistía, según una nota de prensa publicada el 5 de febrero de 2009 por el gobierno de Navarra, en acoger a diez menores extranjeros procedentes de Canarias que llegaban en patera procedentes de la costa occidental de África, y que ya se venía haciendo desde 2007 pero con otro nombre.

Vox ha convertido a estos ‘menas’, acrónimo de menores extranjeros no acompañados, en uno de sus objetivos para la campaña a las elecciones a la Comunidad de Madrid del próximo 4 de mayo, a los que criminaliza y acusa de delinquir y generar inseguridad.

De hecho, esta semana apareció en la estación de Sol un cartel electoral en el que el partido de ultraderecha señala falsamente que “un mena” cuesta 4.700 euros al mes, mientras que “tu abuela” recibe “426 euros de pensión”. Este asunto ya está siendo investigado por la Fiscalía por un posible delito de incitación al odio.

Convertidos en objetivo de múltiples infundios, el caso es que el acrónimo ‘mena’ ha adquirido una condición peyorativa, hasta el punto de que varias ONG, incluido el Consejo General de Colegios Oficiales de Educadores de Sociales, han pedido que políticos y medios de comunicación dejen de referirse así a estos niños.

El lexicógrafo y académico Francisco Javier Pérez, que es también secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), recordó -preguntado por Servimedia- que este acrónimo “es una palabra dentro de la lengua que empleamos para acortar y que debería ser neutra”.

Sin embargo, “obviamente no es así”, ya que el uso que ha hecho la ultraderecha del término lo ha convertido en despectivo. “Todo el que use ese término va a tener siempre que arrastrar esa carga de denigración que se le ha dado”, ya que una palabra “puede cargarse positivamente o negativamente”.

Cuando un político de Vox al que escucha una audiencia de millones de personas vincula a los ‘menas’ con la inseguridad en las calles y les culpa de las bajas pensiones de los jubilados, ese acrónimo adquiere, según este académico, un carácter peyorativo. Y es que, subrayó Francisco Javier Pérez, “la lengua puede denigrar o privilegiar”, lo que da cuenta de “lo fácil que es maltratar a los otros con las palabras, eso nos habla de la responsabilidad del lenguaje”.

A su juicio, el acrónimo y a lo que hace referencia, los menores extranjeros no acompañados, son “un eufemismo para no decir la infancia abandonada, que es lo que son. Es un eufemismo que ya es hiriente al cargarse, lamentablemente, con esas notas negativas. La lengua es capaz de construir o destruir, y aquí vemos claramente ese fenómeno”, advirtió.

Y es que, al fin y al cabo, “el lenguaje nunca es neutro; siempre es ideológico y no por ello tiene que ser insultante o denigratorio”. Por tanto, preguntado por si el acrónimo se incluyera en el diccionario, este lexicógrafo apostó por que, en este supuesto, se recoja su “carácter despectivo” en su acepción, conferido por quienes emplean la palabra ‘mena’ para criminalizar.

Según los colegios oficiales de educadores sociales, profesionales que trabajan a diario con estos menores migrantes, estos chavales han sido objeto de una “campaña de odio vertida desde el partido político de la ultraderecha más retrógrada y conservadora, contra la integridad y la salvaguarda de niñas, niños y adolescentes, por el simple hecho de ser inmigrantes”.

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