Excluyendo deterioros, las pérdidas del grupo Meliá alcanzan los 425,9 millones de euros. El resultado bruto de explotación (Ebitda) del año fue negativo por 151,5 millones de euros, frente a los 477,9 millones de euros de un año antes, mientras que el resultado operativo cayó hasta los 557,3 millones de euros negativos –frente al beneficio de 222,8 millones de 2019–.
Según los resultados trasladados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la compañía redujo sus ingresos operativos en un 70,7%, hasta los 528,4 millones de euros, mientras que los gastos se recortaron un 47,8%, hasta los 679,3 millones de euros.