Dicen que rectificar es de sabios, pero a la prensa le parece que más que rectificar Zapatero lo que ha hecho es improvisar al anunciar que ampliará el plazo para acceder a la ayuda de 420 euros para los desempleados sin subsidio, “sólo seis días después de aprobarlo”, como hace notar El País y “sólo 48 horas después de que el real decreto entrara en vigor” como subraya Abc.
Por este motivo, improvisación, incompetencia, insolvencia, imprevisión y chapuza son algunos de los calificativos que los diarios dedican a la actuación del Ejecutivo a la hora de gestionar la medida, una medida cuya idoneidad no critican, salvo La Razón que desde su sección ‘El Puntazo’ advierte al Gobierno que “más que subsidios, los desempleados quieren y necesitan trabajo”.
Incluso El País ataca al Gobierno, eso sí después de dejar claro que “la medida en sí era poco discutible”. Considera el diario de Prisa que al rectificar Zapatero “estaba reconociendo que hubo precipitación en la aprobación de esa medida en el Consejo de Ministros extraordinario de la pasada semana” y asegura que “no es la primera vez que este Gobierno, tan obsesionado por el marketing, toma decisiones llamativas (retirada de Kosovo, rebaja fiscal lineal de 400 euros), llamadas a contentar a una parte de la opinión pública, sin haber previsto sus consecuencias ni los problemas de aplicación”.
Dejamos aparte esta controversia para referirnos a otra que El Mundo parece dispuesto a que no caiga en el olvido. En el diario que dirige Pedro J. Ramírez se puede ver una viñeta de Guillermo en la que ironiza sobre las declaraciones de ayer de Rajoy que apeló a que Serra dimitió en 1995 para reiterar las acusaciones de espionaje al PP por parte del Gobierno, chiste que hará maldita la gracia a la cúpula popular. Y para que no haya ninguna duda de por dónde van los tiros, Pedrojota incluye un editorial que titula “Rajoy persiste en el error del espionaje”. En el mismo, se califica de “llamativa” la inconsistencia de los argumentos esgrimidos ayer por el presidente del PP y le advierte que no se pueden sostener las graves acusaciones al Gobierno recordando a estas alturas, un caso de hace catorce años, “que además no es prueba para demostrar nada”. Y concluye que Rajoy “no ha presentado ni un solo documento al que agarrarse para denunciar el supuesto espionaje a altos cargos del PP”.
