El hecho de que la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, reiterara ayer las acusaciones de que dirigentes de su partido han sido espiados pero sin facilitar nombres, ni cargos, ni ningún otro dato, ha sido el asunto que han abordado hoy los tertulianos de la SER, nada extraño ya que el empecinamiento del partido de la oposición en denunciar unos hechos tan graves sin pruebas se ha convertido en la ‘comidilla’ político-periodística del verano. A Enrique Aguirrezabal le parece una “tomadura de pelo” que se diga que las pruebas del espionaje están en los medios y afirmó que los populares “tienen que demostrarlo, y tomarse en serio este asunto”. El contertulio admitió que tenía esperanzas de que después del comité del partido se pusieran los puntos sobre las íes, “pero ha sido una decepción”, por lo que exigió al PP que se dejen de “zarandajas”.
Antón Losada fue mucho más enérgico a la hora de ‘sacarle los colores’ a los populares. Cree que el PP quiere montar un show y señaló que “de hecho si en el partido dispusiesen de una mujer barbuda o del niño pez lo sacarían a las ruedas de prensa”. A este contertulio de la emisora de la Gran Vía las acusaciones y la actuación del PP le parecen “de coña” y de “risa”. Sin embargo, reconoce que han conseguido su objetivo, “que es que no se hable de la corrupción en la que están envueltos” y añadió que sigue sin saber la opinión de Rajoy sobre los regalos de los trajes, entre otras muchas cosas.
Losada tiene muy claro que las acusaciones son “calumnias”, que lo único que hacen es dañar la imagen de la justicia, la Policía y el Gobierno, al que ponen al margen de la Ley. Se pregunta ¿por qué esto de las escuchas con toda la carnaza que tiene? y concluyó que “se trata de una línea defensiva”, en la que se quejan de que todos están contra el PP.
