No gana una para sustos. La verdad es que hoy he tenido un sobresalto cuando en mi paseo por la prensa he ido a parar a las páginas de sociedad del diario El País. “El Santo Oficio veta un libro sobre familias diversas” decía en un titular y de repente he tenido la sensación de que me hallaba en un bucle en el tiempo y había retrocedido a la Edad Media, justo hoy que estrenan a bombo y platillo la serie “Toledo”.
He seguido leyendo y la cosa no ha mejorado porque la información comenzaba con la frase: “El antiguo Tribunal del Santo Oficio, la Inquisición, ha mandado silenciar una obra sobre sexualidad y sobre la diversidad de las familias escrita por un pastor evangélico argentino y publicada por una editorial católica del país sudamericano” aunque después aclaraba el autor que la institución de El Vaticano a la que se refería ya no se llama ni Santo Oficio ni Inquisición sino “Congregación para la doctrina de la Fe” que puede ser lo mismo pero no da el mismo ‘canguelo’.
Ya más tranquila me he pasado a las normalmente sosegadas páginas de cultura, a ver si se me pasaba el arrechucho. Pero no. Ya que ahí me he topado con otro titular aún más aterrador. “El Apocalipsis ya está aquí …otra vez” , aunque también en esta ocasión la cosa se ha ido desinflando y resulta que de lo que hablaban es que -aprovechando que hay quien cree que este año se producirá el fin del mundo basándose en profecías asociadas al calendario maya- hay varias ficciones “en torno a la destrucción final del planeta”.
Para terminar de acobardarme, leo en Abc que algunas empresas chinas sólo contratan a los aspirantes de determinados signos del zodiaco y que “prefieren a los Capricornios, Piscis y Libras, frente a los malhumorados Escorpios y los críticos Virgos”. Y me da por pensar qué pasará si esta costumbre se pone de moda en España. Y que conste que soy Géminis. Por si las moscas.
