No puedo resistirme. Es lo que tiene Hugo Chávez. Que cuando habla sube el pan. Y eso que había hecho el firme propósito de no comentar su nueva salida de pata de banco. Pero al leer en Abc, prensa seria donde la haya, un titular que habla de “una maldición continental” tras conocerse que la presidenta argentina, Cristina Fernández, tiene cáncer, pues he cambiado de opinión.
Y es que si Abc habla de maldiciones -para explicar el hecho de que el cuatro presidentes latinoamericanos padezcan o hayan padecido cáncer- también tiene derecho el presidente venezolano a hablar de conspiraciones y a insinuar que Estados Unidos ha desarrollado una tecnología para inducir esta enfermedad. Ya que él es él, y como enfermo puede echar la culpa a quien quiera. ¿O no?
Me parece comprensible que Chávez tenga la mosca detrás de la oreja si hasta el diario de Vocento dice ‘lagarto, lagarto, y habla de que “los dos últimos años parecen ser malditos para los presidentes iberoamericanos” puesto que “en este lapso de tiempo el cáncer ha enseñado su peor cara” a varios de ellos:Fernando Lugo (Paraguay), Dilma Rousseff (Brasil), Hugo Chávez (Venezuela).
Lo que pasa es que como el mandatario venezolano no cree en maldiciones, que eso es muy antiguo, habla de nuevas técnicas, que suena más actual, y suelta: “¿Sería extraño que [EEUU] hubiera desarrollado una tecnología para inducir el cáncer y que nadie lo sepa hasta ahora y se descubra esto dentro de 50 años o no sé cuánto? No sé, sólo dejo la reflexión, pero esto es muy extraño”. Ahí lo deja y se queda tan tranquilo. Genio y figura.
