El nuevo modelo de financiación autonómica, la división inte

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El nuevo modelo de financiación autonómica, la división inte

El nuevo modelo de financiación autonómica, la división interna en el PP en torno a si Bárcenas debe dimitir o no y la muetre del pequeño bebé marroquí en el Gregorio Marañón son, un día más, las noticias más destacadas en la prensa. Respecto a la tormenta interna que vive el PP por el ‘caso Gürtel’, El Mundo desvela hoy que el ex secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, ha intercedido en los últimos días por Bárcenas ante Rajoy.

El diario señala que “poco se sabe de lo que Rajoy contestó a Cascos” pero fuentes de Génova apuntan a que el presidente del PP quiere esperar a la decisión del tribunal valenciano sobre el recurso de Camps, en la confianza de que se archive el caso de los trajes. Con esa situación, Rajoy podría pedirle a Bárcenas que abandone el cargo sin tener que obligar a Camps a hacer lo propio.

En el mismo diario, Raúl del Pozo comenta, entre otras cosas, citando una fuente a la que llama ‘Garganta de Seda’, que “Luis Bárcenas no es un chantajista” y que “Rajoy hace bien en desactivar la bomba con precisión”.
En Abc, Ignacio Camacho, en una columna titulada ‘Luis el cabrón’, se señala que el predecesor de Bárcenas, Álvaro Lapuerta ha asegurado que “su proahijado no soltará prenda. No al menos sobre nada que comprometa al núcleo duro”.

Respecto al debate sobre la financiación, La Razón, que dedica hoy un varias páginas a la intervención de Florentino Pérez en un acto ayer en la sede del periódico, publica una entrevista a Elena Salgado quien asegura que 11.000 millones no es una cuantía elevada para garantizar los servicios públicos, en referencia a la cifra del nuevo modelo. En el mismo diario, el consejero de Economía de Madrid, Antonio Beteta, considera al respecto que el objetivo del Gobierno es impedir que las autonomías bajen impuestos”.

En otro orden de cosas, El País publica en exclusiva que el Banco de España alivia al sector al reducir las provisiones obligatorias y que se reducen un 50% las dotaciones de la morodidad de las hipotecas de buena calidad.

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