Los indignados vuelven a estar en las portadas con su protesta ante las Cortes valencianas donde tomaban posesión de sus escaños diez diputados del PP imputados por corrupción, y como nadie tiene la razón absoluta, pues algunos los entienden y otros no tanto, como La Razón que cree que los del 15-M se quitan“la careta” y muestran cómo son: “agresivos, sectarios y dogmáticos”, mientras que Abc, tan agudo, él dice que los verdaderos indignados son los empresarios que dicen haber perdido 30 millones de ala por la acampada de la puerta del Sol, por lo que han ido con factura a Interior.
El Mundo, por su parte, mezcla las dos noticias que marcan la actualidad: el hecho de que el 22% de los ciudadanos entrevistados por el CIS coloque a los políticos como el tercer problema del país, sólo por detrás del paro y la marcha de la economía; y el enfado de los ‘indignados’ de Valencia, ya que Pedrojota, tras señalar que “nada justifica saltarse la ley” se pregunta si ¿no es una provocación de Camps” el hecho de que tomaron posesión de sus actas 10 de sus diputados imputados por corrupción. A El País sí se lo parece.
Y es que el de Prisa hace notar que la presencia entre los implicados del reelegido presidente de la Generalitat, Francisco Camps, otorga al caso valenciano “una dimensión especial. No solo por su rango institucional, sino por ser el que más cerca está del banquillo y, por tanto, de un veredicto que de ser condenatorio le obligaría a dimitir”. Señalado el diario “la grave quiebra del Estado de derecho” que supondría que fuera condenado y no dejara su cargo. Hasta aquí todo bien y lógico. Sin embargo parece curioso que El País esté tan ‘indignado’, otra vez la palabreja, porque Juan Cotino jurara su cargo ante una cruz, lo que incluye en “grotesco espectáculo” valenciano. ¿?