“Parecía una campaña anodina, una no campaña”, afirma Carlos

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“Parecía una campaña anodina, una no campaña”, afirma Carlos

“Parecía una campaña anodina, una no campaña”, afirma Carlos Cué en El País, pero un grupo de ciudadanos descontentos ha logrado que ya no lo sea y que se hable más de sus protestas contra los políticos que de los candidatos que presentan sus credenciales para la cita del domingo, lo que ha puesto a la clase política patas arriba y con el pie cambiado, y en eso están de acuerdo todos los diarios.

Uno de ellos el de Prisa que recalca que “los políticos están desconcertados” porque no saben cómo afectará a las elecciones pero que “los más preocupados son los socialistas” porque el mensaje de fondo de la protesta “-esto es: que el PP y el PSOE son lo mismo” hace polvo su campaña. Por lo demás, El País hace notar que “todos los partidos trataron de arrimar el ascua a su sardina” y ahí es donde está la diferencia con los diarios conservadores, ya que estos sólo acusan a la izquierda de tratar de instrumentalizar el fenómeno, tal y como denuncian Abc y La Razón en sus editoriales. El Mundo esgrime como prueba de que el “PSOE juega a capitalizar la rebelión social”, el hecho de que el Ministerio de Interior consintiera la manifestación de anoche, a pesar de que había sido declarada ilegal por la Junta Electoral.

Otro motivo para estar descontentos es que la canciller germana haya pedido unificar jubilación y vacaciones en la UE, dando a entender que los españoles, entre otros, somos unos vagos redomados que estamos exprimiendo a la todopoderosa locomotora alemana. Pedrojota dice que la propuesta “peca de demagógica porque los datos reales indican que, por ejemplo, en España se trabaja de media 300 horas más anuales que en Alemania” y además, recalca, que Merkel aprovechó un mitin para lanzar el dardo. El País también señala que la canciller se dirigía a los votantes germanos enfadados y explica que “algunas teorías racistas alemanas habla de los meridionales (südländer) como gente dada a la siesta y a la molicie”, con lo que Merkel lo que hace es fomentar los prejuicios, falsos mitos y lugares comunes de su electorado.

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