El fallecimiento de Marcelino Camacho, fundador y primer secretario general de CCOO, ha monopolizado la parte central de las tertulias radiofónicas. En la COPE, donde contaron con la opinión del ex secretario general de UGT, Nicolás Redondo, destacaron principalmente su contribución al desarrollo de la economía de mercado en España y a la concepción del sindicalismo moderno. Redondo, en particular, opinó que se convirtió en una “referencia en el conjunto del mundo sindical y de una parte importante de la izquierda sociológica.
En este sentido, en la Cadena SER debatieron sobre las diferencias del sindicalismo de Camacho y el de ahora. Vicente Jiménez señaló que su muerte pasa en un momento en el que los sindicatos están en una encrucijada por la campaña de desprestigio que hay contra ellos por ser algo anacrónico mientras que Mikel Portaperales destacó la voluntad de pacto de Camacho frente a unos sindicatos excesivamente corporativos.
En la emisora de los obispos también hubo tiempo para criticar a la nueva ministra de Sanidad por decir que ahora las familias y los mayores de 65 años viven mejor que en 2004. En opinión de los tertulianos, ese tipo de comentarios en este momento de crisis económica no son acertados.
Por su parte, en la Cadena SER analizaron las últimas revelaciones del ‘caso Brugal’ y la presunta corrupción de cargos del PP valenciano. La tertuliana Mariola Urrea advirtió que una cosa es la presunción de inocencia y otra muy diferente la presunción de decencia. Así, añadió que el presidente valenciano, Francisco Camps, cuenta con lo primero, pero respecto al segundo, a su juicio, “huele a chamusquina”.
