La incapacidad de la Cumbre de Presidentes Autonómicos de alcanzar un acuerdo ante la crisis económica es hoy la principal noticia de las portadas, mientras que en los editoriales se analizan las causas de este fracaso.
Para El Mundo, “la responsabilidad del descalabro de la iniciativa es única y exclusivamente del propio presidente del Gobierno”, por haber vaciado de contenido la Conferencia de Presidentes que Pedrojota califica de “un órgano inútil más” y hace notar que “para que este foro hubiera tenido alguna posibilidad de éxito, Zapatero debería haberlo preparado días antes y a conciencia con Rajoy, y no tratar de cocinar un acuerdo en pocas horas”. Abc también culpa directamente al jefe del Ejecutivo de la falta de acuerdo. Como es habitual el diario conservador denuncia que Zapatero sólo quería “una nueva foto”, ¡que hay que ver que album debe querer llenar el presidente!, y opina que el PP ha hecho bien en no dejarse “implicar” ya que es preciso “que cada palo aguante su vela”, que parece querer decir que la oposición está para eso, para oponerse y no para colaborar. El País tiene una opinión diferente. Cree que no hubo acuerdo porque los ocho presidentes del PP se abstuvieron, pese a que la resolución recogía gran parte del decálogo propuesto con anterioridad por los populares” y denuncia la pugna partidista que lastró la cumbre, pero también subraya que “convocarla sin haber madurado previamente el acuerdo, sobre una propuesta conocida por los presidentes, fue un error”.
La agresión a Berlusconi también es objeto de editoriales que lamentan el ataque y dan la voz de alerta por el deterioro de la política italiana, aunque aquí en España se sigue hablando y mucha de otro ataque: el sufrido por Hermann Tertsch y más tras las entrevista que publica La Razón con el periodista desde su cama del hospital, en la que, aunque desvincula a Wyoming de su agresión, advierte que el humorista “va a pagar muy caro sus gracias”, además de acusar al Ministerio de Interior de tratar de echarle “mierda encima”. Respecto a si sabe quién le agredió responde que “pueden haber sido moros, antifascistas o gente normal del cine o de la SGAE”. Sin comentarios.
