El editorial unitario de la prensa catalana en defensa del E

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El editorial unitario de la prensa catalana en defensa del E

El editorial unitario de la prensa catalana en defensa del Estatut y el hundimiento de los mercados financieros internacionales que ayer se produjo por el temor a la quiebra del Emirato de Dubai, son las dos noticias que mandan en la prensa, que también dedica un lugar destacado el primer trámite de la reforma de la Ley del Aborto que se superó en el Congreso.

Sobre la polémica provocada por la defensa mediática del Estatut que, ‘al alirón’, hicieron los diarios catalanes, la lectura que hacen los rotativos de tirada nacional es que puede considerarse una presión al Tribunal Constitucional, aspecto que destaca incluso El País, aunque el de Prisa critica la hipocresía de llevarse ahora las manos a la cabeza por estas advertencias y no hacerlo por las “injerencia mayores que protagonizó el PP tras interponer el recurso con maniobras tan groseras como la recogida de firmas por toda España o la fabricación de falsas causas de recusación”. El País -que duda que éste sea el papel de la prensa- y La Razón coinciden en el derecho de los medios catalanes a expresar sus ideas libremente, aunque ahí se acaban las coincidencias, ya que mientras el de Prisa subraya la “aplastante mayoría (74%) que votó a favor del texto” el diario de Planeta recuerda que el Estatuto fue respaldado sólo por el 30% de los electores, y lo mismo hace Abc que habla de “coacción y deslegitimación” del TC para defender un texto que tiene un respaldo menor que el anterior estatuto y que el que recibió la Constitución.

Y acabamos con otra asunto que, por sus componente moral, levanta pasiones: la Ley del aborto. El País aplaude que el Gobierno no cierre la puerta a un acuerdo más amplio sobre la consulta a sus padres de las menores que decidan abortar, que se ha convertido en el aspecto más polémico del proyecto. Pero a Pedrojota Ramírez esta ‘cesión’ le parece insuficiente, ya que cree que la reforma que considera necesaria por los fallos de la actual regulación, exigía una mayor sensibilidad del Gobierno.

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