La campaña militar israelí en la Franja de Gaza sigue dejando un rastro devastador. Desde el inicio de los ataques, en represalia por el asalto del 7 de octubre, el número de víctimas no deja de crecer. El balance más reciente publicado por las autoridades palestinas cifra en más de 55.000 los muertos y más de 128.000 los heridos, en un contexto de creciente aislamiento internacional para Israel y de emergencia humanitaria sin precedentes en el enclave palestino.
El balance de víctimas no deja de aumentar
El Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, ha detallado este domingo que la cifra total de víctimas desde el comienzo de la ofensiva israelí alcanza ya las 55.362 personas muertas y 128.741 heridas. Solo en las últimas 24 horas se han contabilizado 57 nuevas muertes y 315 heridos más. Otras ocho personas fallecidas han sido recuperadas de entre los escombros durante este mismo periodo.
En total, se han documentado 65 muertes en el último día, incluyendo cuerpos recuperados tras días bajo los escombros
El origen de esta escalada fue el ataque del 7 de octubre de 2023, cuando milicias palestinas mataron a unos 1.200 israelíes, según fuentes oficiales. En respuesta, Israel lanzó una campaña militar que ha devastado barrios enteros y ha desplazado a cientos de miles de civiles.
Más de 5.000 muertos tras la ruptura del alto el fuego
Según el mismo balance, desde que Israel rompió el alto el fuego con Hamás el 18 de marzo, se han contabilizado 5.071 muertos y 16.700 heridos adicionales. El colapso del cese al fuego ha supuesto una nueva etapa de intensificación de los bombardeos sobre zonas urbanas densamente pobladas.
En menos de tres meses, las víctimas aumentaron en más de 5.000 personas, agravando la ya crítica situación humanitaria
Organismos internacionales han alertado del colapso sanitario y del riesgo de hambruna masiva en Gaza. Además, varias resoluciones de la ONU han exigido cesar el fuego inmediato y permitir el acceso humanitario.
Críticas internacionales y bloqueo diplomático
La comunidad internacional ha mostrado creciente preocupación. Organismos como la ONU, la OMS o la Cruz Roja han denunciado el uso desproporcionado de la fuerza por parte de Israel, mientras que varios gobiernos han pedido un nuevo alto el fuego. Sin embargo, las negociaciones están estancadas y el gobierno de Netanyahu ha endurecido su postura ante las presiones.
Israel mantiene que su ofensiva tiene como objetivo desmantelar la infraestructura militar de Hamás, aunque sus ataques han impactado sistemáticamente en zonas civiles, hospitales, escuelas y campos de refugiados.