Las autoridades explicaron que, hasta las 21:00 horas, se habían practicado más de 425 arrestos y que al menos 25 detenciones respondieron a agresiones contra agentes. Posteriormente, distintos recuentos elevaron la cifra total de arrestados a más de 530 personas, lo que convierte a esta movilización en una de las de mayor número de detenidos en la capital británica en la última década.
Una protesta bajo fuerte despliegue policial
La marcha se organizó pese a la prohibición explícita de apoyar públicamente a Palestine Action, considerada como grupo extremista. La policía desplegó miles de efectivos en el centro de la ciudad con el objetivo de controlar la protesta.
Las autoridades señalaron que la operación se ejecutó bajo la Ley de Orden Público y la Ley Antiterrorista, instrumentos legales que permiten actuar ante la actividad de organizaciones prohibidas.
«Se trata de una de las operaciones policiales más grandes realizadas en una sola jornada en Londres»
Balance de detenidos
Las cifras difundidas por las distintas fuentes evidencian la magnitud del operativo. Mientras que el balance oficial de la Policía Metropolitana cerró la jornada con más de 425 detenidos, recuentos posteriores elevaron ese número a 532.
| Fuente | Número de arrestos reportados |
|---|---|
| Policía Metropolitana (21:00 h) | Más de 425 |
| Recuento oficial posterior | 532 |
Reacciones
La protesta se enmarca en un clima de creciente tensión en Reino Unido por la guerra en Gaza y las medidas del Gobierno británico para limitar el activismo propalestino. Organizaciones de derechos civiles han advertido del riesgo de criminalizar las manifestaciones, mientras que el Ejecutivo defiende que se trata de preservar la seguridad nacional.
«El debate sobre los límites del derecho a la protesta se intensifica en Reino Unido tras los incidentes en Londres»
Con el recuento final de más de 530 arrestos, la protesta del sábado se sitúa ya entre los episodios de represión policial más significativos en la capital británica desde las movilizaciones contra la guerra de Irak en 2003. El pulso entre las autoridades y los colectivos propalestinos augura nuevas tensiones en las próximas semanas.
