Las vacaciones, consideradas un derecho básico en muchas sociedades europeas, se están convirtiendo en un lujo inalcanzable para millones de trabajadores en la Unión Europea.
Los datos de Eurostat, difundidos por la Confederación Europea de Sindicatos (CES), alertan de una situación alarmante: uno de cada seis empleados no pudo disfrutar de una semana de descanso fuera de casa en 2023, y España se sitúa entre los países con mayor porcentaje de afectados.
La creciente desigualdad y el aumento del coste de vida están detrás de esta crisis silenciosa que afecta a la calidad de vida de millones.
A pesar del peso económico de estas economías, más de 5 millones de trabajadores en cada una no pueden disfrutar de unas vacaciones básicas
España, entre los grandes con mayor pobreza vacacional
En 2023, el 18% de los trabajadores españoles no pudo costearse una semana de vacaciones fuera del hogar, una cifra que sitúa al país por encima de la media europea del 15%. Con 5,6 millones de afectados, España supera a Alemania (5,8 millones) y Francia (5,1 millones), y solo es superada en proporción por Italia, con un 17% y 6,2 millones de trabajadores.
Un problema estructural en aumento
La pobreza vacacional ha crecido en la Unión Europea por tercer año consecutivo. En 2021, afectaba a 38 millones de personas; en 2022 subió a 40,5 millones, y en 2023 se disparó hasta 42 millones de trabajadores. Este aumento refleja el impacto de la inflación, el estancamiento de los salarios y la pérdida de poder adquisitivo.
“Renunciar a las vacaciones es una señal clara del deterioro del contrato social europeo”, alerta la secretaria general de la CES, Esther Lynch
Europa del Este, la más afectada
Los datos muestran una marcada brecha geográfica. Mientras Rumanía (32%), Hungría (26%) y Bulgaria (24%) lideran la tabla de países más afectados, los países nórdicos y del Benelux presentan los niveles más bajos de pobreza vacacional: entre el 5% y el 7% en Suecia, Finlandia, Dinamarca, Países Bajos y Luxemburgo.
La desigualdad entre el Este y el Oeste de Europa se refleja en el acceso a un derecho tan básico como descansar fuera del hogar
Ingresos altos no siempre garantizan vacaciones
Aunque existe una correlación negativa entre ingresos y pobreza vacacional, hay excepciones llamativas. Por ejemplo, Irlanda, uno de los países con mayores ingresos netos (43.897 euros), muestra una tasa relativamente alta de trabajadores sin vacaciones. Por el contrario, Eslovenia, con ingresos más modestos, presenta una de las tasas más bajas.
Esto indica que otros factores, como la desigualdad interna, el coste de vida y las políticas sociales, influyen decisivamente.
La CES exige medidas urgentes
La Confederación Europea de Sindicatos reclama la aplicación efectiva de la Directiva sobre el Salario Mínimo, así como una legislación específica dentro del Paquete de Empleo de Calidad que promueva la negociación colectiva y condiciones dignas para acceder a contratos públicos.