María Salmerón recurre la sentencia que la condena a entrar en la cárcel para cumplir nueve meses

Violencia de género

María Salmerón recurre la sentencia que la condena a entrar en la cárcel para cumplir nueve meses

La obligaría a entrar en diez días en prisión para cumplir una condena de nueve meses por la citada desobediencia a la autoridad.

María Salmerón

María Salmerón, la mujer sevillana maltratada condenada por desobediencia al incumplir la custodia compartida de su hija con el padre de ésta, condenado a su vez a un año y nueve meses de cárcel y a alejamiento por malos tratos, ha recurrido la sentencia de un juzgado de lo penal de Sevilla que la obligaría a entrar en diez días en prisión para cumplir una condena de nueve meses por la citada desobediencia a la autoridad.

Según ha explicado Salmerón a Europa Press, el auto, que juzga hechos entre 2012 y 2014, no es firme y contra él se ha interpuesto un recurso de reforma ante «defectos de forma», añadiendo ésta que «una persona sin antecedentes no entra nueve meses en prisión», ya que «los antecedentes caducaron».

«Se ha hecho la condena con la prueba testifical de la persona del punto de encuentro, al que no fui porque la niña –que ahora es mayor de edad– no quería ir, y con la de la pareja de mi marido. Son dos pruebas débiles para meter a una persona en prisión», afirma, añadiendo que en su caso se han producido «dilaciones indebidas que en cualquier otro caso hubiera hecho que a un delincuente le hubieran rebajado la pena». «Pero a mí no se me ha rebajado nada pese a los indultos que había», advierte.

En este marco, subraya que, si no se admite el recurso, se recurrirá a la apelación y, si esta también es rechazada, se pedirá el indulto al Estado cuando la condena sea firme. «Iré donde sea necesario, al Constitucional, a Estrasburgo o a Naciones Unidas, para que se haga la justicia que aquí no he tenido», recalca, tras hacer referencia a los 20 años de lucha en los que «el maltratador es quien ha tenido todos los privilegios».

Considera que «es muy grave privar a una persona de la libertad sin mirar en qué puede perjudicar este ingreso en prisión», dejando claro que ella no es una «asesina y hay asesinos que tienen todas las garantías». Al hilo de ello, se ha preguntado por qué ha habido «tanta celeridad con este caso con el retraso que hay en todos lados y teniendo en cuenta que hace siete años que pasaron los hechos».

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