Maduro consolida su dictadura

Venezuela

Maduro consolida su dictadura

La desunión que muestra desde hace mucho la oposición está ayudando al dictadorzuelo chavista a mantenerse en el poder.

Nicolás Maduro

No hubo sorpresa en las pseudoelecciones presidenciales celebradas el domingo en Venezuela. La verdad es que lo más correcto sería decir que no hubo sorpresas porque nada se esperaba que no se haya visto confirmado. Nicolás Maduro ha conseguido su objetivo: afianzar su proceso hacia la dictadura total y prolongar la apariencia democrática del régimen que encabeza de momento hasta el 2025. Con todo, quizás la culpa no sea sólo suya y de su club de vividores de los réditos del desastre.

La desunión que muestra desde hace mucho la oposición, tanto la que tiene a sus líderes encarcelados como la que se mueve con limitada libertad, está ayudando al dictadorzuelo chavista a mantenerse en el poder y a seguir demostrando la incapacidad de su Gobierno para controlar un desastre que sólo la inflación del 1.800 por ciento que sufre la economía basta para demostrar el desbarajuste reinante. Las elecciones que hoy celebra como un gran triunfo revelan sin embargo que no es así.

La verdadera ganadora fue la abstención. El cincuenta y cuatro por ciento de los venezolanos no votaron y el presidente, en la práctica casi candidato único, ha sido votado por menos de un tercio de los electores. Poco puede presumir y poca legitimidad podrá argumentar con estos resultados. Pero las cifras no están solas, aparte de que no son pocos los que incluso las rebaten aún más a la baja, la farsa en que se celebraron los comicios las convierte en un espectáculo democrático muy triste.

Las irregularidades empezaron ya con la convocatoria anticipada y por sorpresa, sin margen para que la oposición pudiese organizarse, y concluyeron en las vísperas y durante la jornada electoral con presiones, dádivas y movilizaciones desde el poder revolucionario que aun así no pudieron evitar el espectáculo deprimente de unos colegios vacíos la mayor parte del día. En las anteriores presidenciales votó el 80 por ciento del censo y en estas, oficialmente el 42 y según otras fuentes, el 32.

Maduro prolonga un régimen anárquico y despótico que ha destrozado la rica economía venezolana y sumido en la pobreza a un porcentaje cada vez más elevado de la población. Las libertades se resienten, la delincuencia aumenta, y la corrupción en la Administración pública está desbocada. Las elecciones del domingo y sus resultados considerados masivamente fraudulentos, han sido censuradas por instituciones como la ONU, la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea así como por numerosos países encabezados por los Estados Unidos.

Le presencia en Caracas como observador internacional y defensor del proceso del ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero ha causado extrañeza. Nadie hasta ahora ha explicado las razones que le impulsaron a semejante actitud que choca con la opinión generalizada entre los socialistas europeos y particularmente españoles. El ex presidente Felipe González, uno de los principales líderes internacionales, ha censurado en repetidas ocasiones a Maduro y su régimen.

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