El retorno de Lecornu a Matignon es una apuesta por la continuidad en un momento de máxima tensión institucional. El plan de Elíseo pasa por recomponer apoyos, tejer una mayoría de circunstancias y disipar la sensación de interinidad que pesa sobre el país desde hace meses. En paralelo, el presidente se ha reunido con líderes de la mayoría de partidos —con la salvedad de los extremos— para explorar fórmulas de gobernabilidad que permitan desbloquear las cuentas públicas y la agenda social.
Lecornu regresa con un mandato claro: estabilizar el Gobierno, pactar Presupuestos y rebajar la tensión parlamentaria
Un retorno para “cerrar la crisis”
El nuevo primer ministro ha aceptado el encargo “por deber” y ha hecho un llamamiento a “poner fin a la inestabilidad que perjudica la imagen de Francia y sus intereses”. En su mensaje ha subrayado como prioridad la restauración de las cuentas públicas y la construcción de un equipo que refleje “renovación y diversidad de competencias”.
De la dimisión exprés a la segunda oportunidad
El lunes, Lecornu presentó su renuncia tras admitir que “no se daban las condiciones para gobernar” en una Asamblea Nacional fragmentada. El re-nombramiento intenta reconducir ese fracaso inicial, abrir una nueva negociación con los grupos y recomponer una propuesta de gobierno capaz de superar el bloqueo.
La clave del éxito será doble: un gabinete creíble y acuerdos transversales por capítulos en el Presupuesto
Calendario fiscal y margen de maniobra
Los tiempos apremian. Francia necesita un presupuesto aprobado antes de final de año. Sin una mayoría estable, el Ejecutivo deberá avanzar línea a línea, construyendo pactos en fiscalidad, gasto social e inversión. El mercado y los socios europeos observan el proceso con lupa: la credibilidad del ajuste y la gobernabilidad serán determinantes.
Macron mantiene su hoja de ruta
Pese a las presiones, Macron ha reiterado que agotará el mandato hasta 2027 y descarta la disolución de la Cámara. El regreso de Lecornu evita, por ahora, una nueva sacudida institucional y abre una ventana para redefinir prioridades: empleo, vivienda, servicios públicos y transición energética aparecen entre los ejes que el Ejecutivo quiere reordenar.
Sin disolución a la vista, el Plan A es Presupuesto pactado; el Plan B, resistencia parlamentaria con geometría variable
Oposición vigilante y exigencia de renovación
La izquierda reclama un giro social y la incorporación de perfiles nuevos; el centro-derecha pide disciplina fiscal y reformas; y los extremos agitan el fantasma de nuevas mociones de censura si no hay cambios de fondo. La gobernabilidad se decidirá en los próximos días, cuando el nuevo gabinete y el calendario presupuestario se concreten.
Línea de tiempo: así se llegó hasta aquí
| Fecha | Hito | Detalle |
|---|---|---|
| 09/2024 | Cambio en Matignon | Salida de **Gabriel Attal** y relevo en el **Gobierno**. |
| 12/2024 | Nuevo relevo | Fin de etapa de **Michel Barnier**; posterior llegada de **François Bayrou**. |
| 09/2025 | Nombramiento | **Emmanuel Macron** elige a **S. Lecornu** como **primer ministro**. |
| 06/10/2025 | Dimisión | **Lecornu** renuncia por falta de apoyos parlamentarios. |
| 10/10/2025 | Re-nombramiento | **Macron** vuelve a encargar a **Lecornu** la formación de **Gobierno** y la negociación del **Presupuesto**. |
Qué mirar a partir de ahora
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Composición del gabinete. Señal de renovación y equilibrio entre áreas económicas y sociales.
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Hoja de ruta presupuestaria. Medidas de ingresos y gasto con impacto en déficit y deuda.
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Acuerdos en la Asamblea. Prioridad a pactos por capítulos y votaciones selectivas.
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Clima social. Respuesta de sindicatos y patronales a la orientación del Presupuesto.











