Ante la creciente incertidumbre sobre el futuro de la Central Nuclear de Almaraz, los trabajadores han elevado el tono con un manifiesto en el que advierten de las graves consecuencias económicas y sociales que supondría su cierre. Apelan a las empresas propietarias, al Gobierno central y a la Junta de Extremadura para evitar lo que califican como un “agravio insoportable” hacia la región.
Una infraestructura esencial para Extremadura y el sistema eléctrico nacional
Los representantes de los trabajadores exigen a las empresas propietarias de la Central de Almaraz que soliciten formalmente la renovación de la autorización de explotación, cuyo fin está previsto para 2027-2028. A su vez, reclaman al Gobierno que acepte esta prórroga, argumentando que se trata de una infraestructura “clave para el sistema energético nacional”.
En su manifiesto, hacen un llamamiento a un diálogo responsable y transparente entre el Ejecutivo y las propietarias para estudiar “en profundidad” la continuidad de las centrales nucleares, especialmente la de Almaraz, advirtiendo de las “consecuencias catastróficas” que supondría su cierre para el Campo Arañuelo, para Extremadura y para todo el país.
Casi 4.000 empleos y el 5% del PIB regional en juego
Los trabajadores piden también a la Junta de Extremadura que asuma un papel activo y lidere este proceso, poniendo sobre la mesa alternativas viables para garantizar la continuidad de la planta, que genera casi 4.000 empleos directos e indirectos y representa el 5% del PIB extremeño.
Recuerdan que en el contexto europeo se están adoptando decisiones que reconocen el papel de la energía nuclear en la transición energética. Mencionan como ejemplos la inclusión de la nuclear en la taxonomía verde de la UE, la extensión de la vida útil de los reactores en Bélgica y la reciente declaración conjunta de once países europeos defendiendo su papel estratégico.
Un nodo clave para la estabilidad eléctrica y las inversiones industriales
Los trabajadores insisten en que Almaraz es un nodo de interconexión fundamental para la red eléctrica española y que su operación garantiza la estabilidad y la inercia síncrona del sistema, condiciones necesarias para una integración efectiva de energías renovables.
Además, advierten de que la continuidad de la central es una condición imprescindible para atraer nuevas inversiones industriales en sectores estratégicos como la fabricación de baterías, centros de datos o el desarrollo del tren de alta velocidad.
Denuncian un posible agravio con la “excepción nuclear catalana”
El manifiesto critica duramente la posibilidad de una “excepción nuclear catalana” que permitiría la continuidad de las centrales nucleares en Cataluña más allá del calendario de cierre pactado. Si esto se confirma, lo consideran “intolerable” y un “agravio insoportable” para una región como Extremadura, cuya principal industria y fuente de empleo de alta calidad estaría condenada al cierre.
Advierten de que el shock económico por el cierre de Almaraz dejaría a Extremadura “una vez más en el olvido” y señalan que no están dispuestos a tolerar que la comunidad sea sacrificada en nombre de equilibrios políticos.
Septiembre marcará el inicio de movilizaciones
La representación sindical anuncia que, a partir de septiembre, se iniciará un calendario de movilizaciones para denunciar públicamente esta situación y luchar por la continuidad de la Central Nuclear de Almaraz, que consideran vital para el presente y futuro de la región.
Los trabajadores están decididos a “luchar con todas sus fuerzas” para impedir el cierre de una infraestructura que consideran “imprescindible para la cohesión territorial y el desarrollo justo del país”.