En una carta a la máxima responsable de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, los líderes de CCOO y de UGT dejan clara su “profunda preocupación respecto a los riesgos potenciales asociados” a la OPA del BBVA. “De llevarse a cabo”, afirman, “podría tener consecuencias significativas para la economía, especialmente en términos de disponibilidad de crédito y empleo, afectando tanto a autónomos y pequeñas y medianas empresas (pymes), como a las familias”.
Sobre su “impacto en la disponibilidad de crédito”, Sordo y Álvarez advierten que, de acuerdo al análisis de sus servicios de estudios, “se proyecta una reducción del 8% en la disponibilidad de crédito, lo cual se traduce en una disminución de más de 54.000 millones de euros en préstamos”. Esto afectaría, especialmente, a las pymes, autónomos y a las familias trabajadoras, “comprometiendo la viabilidad y competitividad de muchas empresas, y los empleos asociados a ellas”.
Respecto a las “consecuencias” para el empleo, estiman “una pérdida de entre 7.685 y 10.567 puestos de trabajo, así como el cierre de entre 589 y 883 oficinas a nivel nacional, con un impacto especial en Cataluña, Comunidad Valenciana, Asturias y Galicia donde el Banco Sabadell tiene una fuerte presencia”.
“Además, la reducción de la capacidad de las empresas y autónomos para acceder al crédito supondría la destrucción de empleo en múltiples sectores, no solo en banca”, alertan.
Concentración bancaria y exclusión financiera
A esto hay que añadir que esta operación supondría aumentar la concentración bancaria en España, “situándonos por encima de la media europea”. CaixaBank y la nueva entidad resultante BBVA-Banco Sabadell “controlarían el 73,7% de las oficinas bancarias, reduciendo la competencia en el mercado y afectando negativamente a los consumidores con peores precios y servicios financieros, menor remuneración de depósitos y un aumento de las comisiones”. Además, se incrementaría la exclusión financiera “principalmente en personas mayores y en habitantes de la llamada España vaciada”.
Por todo esto, CCOO y UGT ponen de manifiesto su “intranquilidad por el impacto laboral de esta fusión”. Una OPA que, “además de una más que probable pérdida de puestos de trabajo directos en la banca, y otra derivada de la contracción del acceso a los productos financieros por nuestras empresas y autónomos, también incrementará la precariedad laboral en el sector bancario”.
Frenar la fusión
“Dada la gravedad de la situación que exponemos”, los sindicatos piden que “se den los pasos necesarios, incluida la denegación de la fusión solicitada, para mantener los niveles de empleo y se proporcione información más detallada y transparente para mitigar estos efectos negativos asegurando una competencia efectiva en el mercado bancario”.