Paso a paso, la extrema derecha continúa ganando adeptos dentro de Alemania. No sólo hace unos meses Alternativa para Alemania (AfD) hacía historia y lograba entrar en el Bundestag, sino que incluso en bastiones tradicionales de la izquierda, como puede ser la representación sindical, el movimiento comienza a hacerse notar con fuerza.
Según publica Financial Times, el sindicato Zentrum Automobil acaba de obtener seis de los 47 puestos en el comité de empresa de la icónica fábrica de Daimler en Untertürkheim –en la que se fabrican los Mercedes-Benz-, con el 13,2% de los votos.
“El genio ya no está en la botella”, apuntó Simon Kaupert, un destacado activista laboral de la derecha que organizó la campaña de Zentrum. “Por primera vez en 50 años, un nuevo movimiento sindical está empezando a dejar huella en Alemania”.
Incluso el poderoso consejero delegado de Daimler, Dieter Zetsche, ha admitido estar preocupado por el avance de la extrema derecha, pero no hay nada que pueda hacer. “Solo podemos defender y abogar por los valores que creemos que son correctos”, dijo a principios de este año. “En un sistema democrático no se puede hacer más que eso”.
Las elecciones han resaltado el creciente atractivo del nacionalismo xenófobo entre la clase obrera alemana, frente al decaimiento del gigante IG Metall, tradicionalmente vinculado a los socialdemócratas.
Los seis representantes de Untertürkheim se encuentran entre los 25 candidatos de Zentrum que hasta ahora han ganado asientos en los comités de empresa. Eso es 21 más que en las últimas elecciones de hace cuatro años, si bien la representación es todavía baja teniendo en cuenta los 1.800 puestos que se reparten.
La encuesta de Untertürkheim se produce pocos meses después de las elecciones nacionales en las que AfD, con un claro mensaje en contra de la acogida de refugiados, obtuviese un 13% de los votos y entrase por primera vez en el Bundestag. El gran temor es que Zentrum logre replicar el éxito de AfD y, de hecho, convertirse en la fuerza laboral del partido, consolidando su popularidad entre los obreros alemanes.
De hecho, el análisis de los resultados electorales del año pasado muestra que el 19% de los trabajadores alemanes y el 15% de los sindicalistas votaron AfD en una elección en la que los socialdemócratas tuvieron su peor resultado en la historia alemana desde la posguerra.
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