Protesta en defensa de la USAID en Washington (Foto: Sue Dorfman/ZUMA Press Wire/dpa)
Texto introductorio: El drástico recorte del apoyo exterior de Estados Unidos amenaza con tener un impacto devastador en la salud pública global. Según un nuevo estudio publicado este lunes en la revista The Lancet, la reducción de fondos a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) podría significar la muerte de millones de personas en países de bajos y medianos ingresos. El trabajo, con participación española, alerta de una crisis sanitaria de escala similar a una pandemia mundial.
Los autores del estudio destacan que, en las últimas dos décadas, los programas financiados por la USAID han contribuido a evitar más de 91 millones de muertes, incluidos 30 millones de muertes infantiles. Estas cifras reflejan el papel fundamental que ha jugado la agencia en el acceso a tratamientos médicos, vacunas, atención maternoinfantil y programas de prevención de enfermedades en las regiones más vulnerables del planeta.
“Los recortes actuales y propuestos de la ayuda estadounidense amenazan con detener abruptamente y revertir uno de los períodos más importantes de progreso en el desarrollo humano”, alerta el informe
El análisis señala que, si se mantienen los recortes y se consuma el desmantelamiento de la USAID, se podrían registrar hasta 14 millones de muertes adicionales para 2030, de las cuales 4,5 millones corresponderían a niños menores de cinco años. Estas cifras suponen una regresión de décadas en los avances en salud y desarrollo humano, especialmente en países de ingresos bajos y medios.
Para muchos países, el impacto sería comparable al de una pandemia global o un conflicto armado
Desde su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump ha reducido drásticamente el papel de EEUU en la cooperación internacional. En marzo, el secretario de Estado Marco Rubio anunció que se habían cancelado más del 80% de los programas de la USAID, lo que equivale a unos 5.200 contratos. El mandatario ha calificado en diversas ocasiones a la agencia como una entidad «fraudulenta».
Numerosas organizaciones humanitarias han condenado estas decisiones, señalando que la reducción de la ayuda internacional representa un “ataque al sistema de valores” y una amenaza directa a los derechos fundamentales de millones de personas. Desde el Instituto de Salud Global de Barcelona, que participó en el estudio, subrayan que el recorte de la cooperación no solo afecta a las poblaciones más vulnerables, sino que compromete la seguridad y estabilidad global.
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