Dada la importancia que tiene la vista para nosotros, es necesario que la sometamos a cuantos cuidados sean necesarios para preservarla y mantenerla en las mejores condiciones durante la mayor cantidad de tiempo posible.
Lo primero que debes tener en cuenta es que debes acudir al oftalmólogo, por lo menos, una vez al año para someterte a una revisión de la vista. Las revisiones rutinarias no solo están pensadas para solucionar problemas, sino para prevenirlos, por lo que son la mejor manera de evitar enfermedades. La intención es detectar a tiempo una serie enfermedades, que pueden llegar a desembocar, en el peor de los casos, en una ceguera, y que se pueden evitar siempre y cuando se actúe sobre ellas a tiempo.
Lo segundo que debes tener presente es que con el paso de los años pueden surgir otros problemas visuales, pero eso no significa que las personas jóvenes estén exentas de sufrir algún tipo de problema.
En tercer lugar, debes saber que nuestro modo de vida ha cambiado bastante en los últimos años y hoy en día pasamos muchas horas frente a dispositivos como móviles, ordenadores, tabletas, videoconsolas… aparatos que pueden producir alteraciones, como el ojo seco.
Problemas de visión que pueden detectarse en una revisión oftalmológica
Estas son algunas de las enfermedades y problemas que una revisión puede ayudarte a prevenir y a tratar:
- Degeneración macular asociada a la edad: la mácula es la zona central de la retina que va empeorando con el paso de los años, de modo que puede provocar una severa limitación visual.
- Cataratas: es una pérdida de la transparencia del cristalino, lo que impide una visión clara y nítida.
- Glaucoma: uno de los principales peligros del glaucoma es que no presenta síntomas en sus fases iniciales, por lo que resulta imposible detectarlo sin una revisión oftalmológica. En esta dolencia, el nervio óptico recibe una presión excesiva causada, generalmente, por un mal drenaje, y esto puede conducir a una pérdida progresiva de la visión.
- Retinopatía diabética: es otra de las enfermedades de la vista que puede no presentar síntomas hasta causar un daño severo en la visión. Los altos niveles de azúcar en sangre pueden dañar los vasos sanguíneos situados en la retina.
- Ambliopía: una alteración visual que consiste en la baja visión de uno de los ojos por una falta de de uso en la etapa de desarrollo visual, lo que puede generar un daño irreversible si no se trata a tiempo. Es una enfermedad que afecta a los niños.
- Queratocono: la córnea se adelgaza progresivamente, hasta tener forma de cono, al ser más delgada a del normal.
- Otros problemas derivados: una mala visión puede obligarte a adoptar posturas inadecuadas para poder ver aquello que se desea, y eso es algo que puede provocar problemas musculares: dolores de espalda, tendinitis, deformaciones óseas, ect.
Gracias a la revisión oftalmológica, además de poner a punto tu visión, podrás volver a graduar tanto tus gafas como tus lentillas.
En resumen, es más que recomendable no esperar a notar problemas de cualquier tipo para visitar al oftalmólogo, el experto que se va a encargar de preservar tu salud visual y de que tu calidad de vida sea, en consecuencia, mucho mejor.