Los inversores seguían buscando este miércoles refugio en la deuda pública estadounidense, con una nueva subida en los precios de los bonos, tras los nervios del pasado lunes, cuando Wall Street vivió su peor Nochebuena de la historia.
La rentabilidad del bono estadounidense a diez años, que se mueve de manera inversa al precio, caía hasta el 2,729%, su cota más baja desde abril de 2018. Ayer los mercados financieros estuvieron cerrados por la celebración de la Navidad.
El pasado lunes las rentabilidades de los treasuries a diez años bajaron a sus mínimos de ocho meses, con los inversores buscando refugio ante la nefasta jornada bursátil y las subidas de tipos de interés en EEUU.
El cierre parcial del Gobierno federal estadounidense desde el pasado sábado también ha contribuido a aumentar la ansiedad de los inversores, por lo que los analistas esperan que aumente la demanda de los 113.000 millones de dólares en deuda que se subastarán esta semana.