Es el caso de Robert Holzmann, gobernador del Banco Nacional de Austria y miembro del Consejo de Gobierno del BCE, quien ha señalado que la persistente inflación en el bloque del euro podría forzar una nueva subida del precio del precio del dinero.
En una entrevista con la agencia Bloomberg en Santiago de Compostela, con motivo de la reunión del Ecofin, Holzmann ha afirmado que “definitivamente no podemos decir que este fue el aumento final”, al tiempo que ha advertido de que “existe el riesgo” de que sea necesario un mayor ajuste, si bien ha admitido que la “probabilidad no es grande”.
De este modo, el austriaco se manifiesta en línea con otros miembros del Consejo de Gobierno del BCE, que han advertido con una interrupción demasiado temprana del ajuste, como el gobernador del Banco de Eslovenia, Boštjan Vasle, o el del banco de Letonia, Mārtiņš Kazāks.
Aunque la desaceleración económica debería ayudar al BCE a cumplir con su objetivo de una tasa de crecimiento de precios del 2%, la evolución de los salarios y la política fiscal suponen “riesgos significativos”, según Vasle, que no descarta que se necesite un mayor endurecimiento monetario.
Otros, por el contrario, creen que las subidas, como el responsable del banco central de Estonia, Madis Muller, quien confía en que los tipos actuales sean suficientes para controlar la inflación.
También el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, ha asegurado que «hay una posibilidad alta» de que «en un periodo de tiempo no muy largo» la inflación se controle en una entrevista en la Cope. Si bien se mostró cauteloso, ya que es importante vigilar la evolución de las proyecciones y cómo las subidas de tipos se transmiten a los mercados financieros, no descartó incluso que se empiecen a recortar los tipos de interés en junio de 2024.
