Los derechos de CO2 tocan un nuevo récord tras minimizar la CNMV europea el papel de los especuladores

Crisis de la energía

Los derechos de CO2 tocan un nuevo récord tras minimizar la CNMV europea el papel de los especuladores

La ESMA atribuye la subida en los derechos del CO2 a factores económicos y políticos y no a ningún abuso del mercado.

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El precio de los derechos de emisión de CO2 en la Unión Europea extiende su espiral alcista y alcanza un nuevo máximo histórico. Un récord que llega después de que un informe del regulador de mercados europeo haya descartado las preocupaciones de algunos Gobiernos por el papel de los especuladores en este mercado.

Los derechos de CO2 de referencia subían un 1%, hasta un récord de 69,77 euros por tonelada en ICE Endex este viernes, ampliando las ganancias de esta semana al 10%, de acuerdo con la información recogida por Bloomberg. El coste de contaminar para los fabricantes y las empresas de servicios públicos se ha triplicado con creces en los últimos tres años.

Sin embargo, de acuerdo con Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA por sus siglas en inglés) el reciente aumento se ha debido sobre todo a factores económicos y políticos. Así lo ha asegurado en una evaluación preliminar publicada a última hora del jueves y que fue solicitada por la Comisión Europea después de que algunos países, como Polonia y República Checa, expresaran su preocupación por el aumento de la volatilidad y la especulación en el Sistema de Comercio de Emisiones de la UE.

“Especialmente desde 2018, los derechos de emisión de la UE experimentaron un aumento de precios que fue impulsado originalmente por su reforma del mercado, pero se aceleró tras la agitación del mercado por el Covid en marzo de 2020, impulsado principalmente por los fundamentos económicos y las decisiones políticas”, dijo ESMA. Está previsto que el informe sea debatido por los jefes de Gobierno de la UE el próximo mes de diciembre.

El CO2 ha alcanzado nuevos máximos en los últimos días, tras una negociación relativamente tranquila en las últimas semanas, a pesar de que los mercados del gas y la electricidad siguen siendo volátiles.

El encarecimiento del gas y la escasez de suministros mundiales de este combustible hacen que las centrales de carbón sean más rentables en Europa. Eso está impulsando la demanda de permisos de emisión de CO2 para compensar el aumento de las emisiones. El viernes, el carbón europeo con entrega el próximo año subía un 1,8%, hasta 114 dólares la tonelada métrica en el ICE.

Los precios también se han visto respaldados esta semana por las decisiones adoptadas en la Cumbre del Clima (COP26), que incluyeron un acuerdo sobre las normas de los mercados internacionales de emisiones y un acuerdo para mantener la presión sobre los países para que reduzcan la contaminación.

Las reclamaciones de Polonia

Las perspectivas de una mayor escasez de permisos de contaminación y un mayor aumento del coste de las emisiones en el marco de la ambiciosa estrategia climática europea han impulsado la demanda de los emisores en el programa y han hecho el mercado más atractivo para los inversores financieros. A medida que se aceleraba el ritmo de las subidas de precios, algunos países, como Polonia, que depende del carbón, empezaron a preocuparse por una burbuja en el mercado.

El gobierno de Varsovia pidió el mes pasado a la Comisión Europea que introdujera una serie de medidas para frenar la especulación, que, según dijo, estaba poniendo en riesgo a las empresas energéticas, obstaculizando la transición limpia y convirtiéndose en una carga para los ciudadanos más vulnerables.

El informe preliminar de la ESMA mostró que, a medida que el mercado se expandía, el número de empresas titulares de futuros ha tendido a aumentar desde 2018 en todas las categorías. “El aumento en el número de participantes en el mercado por sí mismo no puede tomarse como prueba para cualquier patrón de comercio desordenado o comportamiento abusivo presente en el mercado de CO2”, asegura la institución europea equivalente a la CNMV.

Entre el 40% y el 47% de las posiciones abiertas están en manos de firmas de inversión, y las empresas no financieras poseen entre el 45% y el 50%, según la ESMA. Los fondos de inversión y otras contrapartes financieras representan alrededor del 8%, según el informe. El desglose no parece haber cambiado significativamente desde 2018.

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