En un contexto marcado por la inflación y la incertidumbre económica europea, los costes laborales por hora ofrecen señales mixtas en el último trimestre del año. Mientras que algunos países del Este de Europa presentan incrementos significativos, como Croacia o Polonia, otras economías consolidadas, entre ellas España, muestran un crecimiento más moderado en comparación con la media comunitaria. Estos datos reflejan el comportamiento desigual de las economías europeas frente a la presión salarial y los factores no salariales.
Evolución desigual por sectores económicos
Los incrementos de los costes laborales han sido heterogéneos por sectores. En la zona euro, la industria registró una subida del 4,3%, mientras que la construcción lo hizo en un 4%, y los servicios en un 3,7%. En la Unión Europea (UE), los aumentos fueron mayores, destacando especialmente el sector manufacturero con un incremento del 4,9%, la construcción con un 4,5% y los servicios con un 4,2%.
Sueldos y salarios lideran los incrementos
Dentro de los costes laborales, el componente relacionado con sueldos y salarios ha liderado la subida generalizada. Concretamente, entre octubre y diciembre, estos costes aumentaron un 4,1% en la zona euro y un 4,7% en la UE. En contraste, el componente no salarial registró un incremento inferior, del 2,6% en la eurozona y del 3% en el conjunto de la Unión Europea.
España, por debajo de la media comunitaria
En el caso concreto de España, la subida interanual del 3,3% en los costes laborales por hora se mantiene notablemente por debajo del promedio europeo. El componente salarial creció un 3,2%, mientras que los costes distintos de las nóminas avanzaron un 3,7%. Esto sitúa a España lejos de países con incrementos más acusados como Croacia (14%), Polonia (13,8%) o Rumanía (13,1%).
Luxemburgo y Francia, las subidas más moderadas
En el extremo contrario, economías como Luxemburgo (0,8%), Francia (1,9%) y Bélgica (2,2%) han experimentado incrementos más contenidos, mostrando una menor presión salarial en comparación con sus socios europeos. Estos países destacan por mantener bajo control los costes laborales, pese al contexto económico complejo en Europa.