Se recomienda planificar con tiempo este tipo de operaciones por una cuestión de coste. Las tasas de cambio de divisas están en constante movimiento, y es posible que lo que hoy sea caro, mañana sea barato.
También hay que tener en cuenta el país al que se realiza la transferencia. Si pertenece a la zona única de pagos en euros (SEPA) es como si se hiciera en España. El dinero estará disponible, como muy tarde, el siguiente día hábil después de que lleguen los fondos a la entidad. Además, los gastos deben ser repartidos entre el ordenante y el beneficiario.
Si la transferencia se realiza a un país fuerza de la zona SEPA, los plazos de llegada de los fondos a la cuenta de destino pueden incrementarse y los gastos no tienen por qué ser compartidos.
En cualquier caso, los gastos dependen totalmente de la entidad financiera con la que trate. Algunos servicios de envío de dinero pueden incrementar el coste de los envíos en función de la rapidez que se precise. Puede que las prisas o la necesidad para solucionar un problema de manera urgente jueguen una mala pasada y se termine pagando más de la cuenta. Pero no todas las empresas aplican este criterio.
Pero además del coste, la seguridad es clave. Puede que enviar dinero por transferencia bancaria sea la opción más segura, sin embargo, no es la más económica y tampoco es la única que ofrece la seguridad necesaria para asegurar las remesas. Algunas compañías procesan los pagos al instante y utilizan tecnologías que aseguran la tranquilidad, como la de 3D Secure, una forma de pago desarrollada por Visa y Mastercard.
Siempre que se trata de dinero, pueden surgir dudas. La tranquilidad es fundamental a la hora de seleccionar una empresa para cambios de divisas. Se recomienda que esta compañía cuente con un buen servicio de atención al cliente, también con amplitud de horarios para que estén disponibles siempre que se necesite.
