Linde alerta un mayor impacto de Cataluña en el PIB si no hay un “auténtico respeto” a la ley

Cataluña

Linde alerta un mayor impacto de Cataluña en el PIB si no hay un “auténtico respeto” a la ley

El gobernador del Banco de España adelanta que la economía española creció “en torno a un 3,1%” en 2017.

Luis Linde, gobernador del Banco de España

El PIB creció en 2017 en el “entorno del 3,1%, según ha adelantado hoy durante su intervención en un acto organizado por ‘Club siglo XXI’ el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, que ha alertado de que Cataluña todavía puede causar un impacto en la marcha de la economía española si no se produce una auténtica normalización.

“Si en los próximos meses se alcanza una normalización, entendiendo por normalización una situación en la que los agentes políticos actúan con auténtico respeto a todo nuestro marco legal”, ha señalado el gobernador -que ha querido subrayar el calificativo “auténtico”-, España se conducirá, “muy probablemente, a un mejor escenario de crecimiento que el que hemos considerado en las últimas proyecciones y a un impacto, finalmente, moderado”.

“Si, por el contrario, esa normalización no se produce, ello puede afectar de modo más pronunciado al consumo y a la inversión”, ha alertado Linde, que ha recordado que una nueva pérdida de confianza puede motivar que las familias “aumenten su ahorro por motivo precaución y pospongan sus decisiones de adquisición de bienes de consumo duradero y de compra de vivienda”.

Pero, “sobre todo, puede afectar a la inversión empresarial en Cataluña, dado que el entorno de incertidumbre retrasaría la realización de nuevos proyectos de inversión y postergaría las decisiones de contratación”, así como al turismo y la inversión extranjera. “El resultado sería un impacto negativo más elevado sobre la actividad tanto en Cataluña, como en el conjunto de la economía española”.

Otro de los riesgos a los que se enfrenta la economía española es el “proceso de envejecimiento de nuestra población, que se espera continúe e incluso pueda intensificarse en un futuro cercano”. “El envejecimiento de la población da lugar a una disminución de la proporción de la población total que integra la fuerza laboral, algo que afecta negativamente a la productividad y a la capacidad de nuestra economía para innovar e incorporar nuevas tecnologías”, ha explicado.

Por ello, dado que es “imposible o muy difícil” cambiar las tendencias demográficas, “será importante perseverar en las mejoras en los sistemas educativos y las reformas institucionales y regulatorias que contribuyan a mejorar la productividad, favoreciendo o permitiendo mayor competencia e innovación”, ha concluido Linde.

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