La tasa de desempleo en Brasil ha caído inesperadamente en julio hasta el 8%, frente a la subida hasta el 8,3% que esperaban los expertos. La buena noticia se esconde detrás del impulso de uno de los sectores clave en el mercado laboral carioca: el automovilístico, que gracias a las rebajas de impuestos aplicadas por el Gobierno de Lula da Silva ha logrado recuperar sus ventas.
Un claro ejemplo de ello es el desempeño de la francesa Renault, que hace unas semanas anunció la contratación de 600 trabajadores en la región de Paraná, gracias a que las desgravaciones fiscales del Gobierno han ayudado a expandir sus ventas.
Este es el cuarto mes consecutivo que la tasa de desempleo cae en Brasil, y, según el Ministro de Trabajo Carlos Lupi, durante el mes de julio se crearon 138.402 puestos laborales, la cifra más elevada desde el pasado mes de septiembre.
La caída en el desempleo, junto con los mayores ingresos de los trabajadores, es una clara muestra de que la demanda interna en Brasil se ha convertido en un factor clave para la recuperación de la mayor economía de Latinoamérica.
Con este panorama, y después de que el Banco Central del país haya rebajado los tipos de interés a un mínimo del 8,75% este año, frente al 13,75% con el que la tasa despidió 2008, parece evidente, a juicio de los expertos, que el organismo monetario podría empezar a subir los tipos de referencia a mediados del próximo año.
