La ofensiva iniciada por el presidente Lula da Silva para reducir la dependencia del dólar en las relaciones comerciales con China no será efectiva en el corto plazo. En declaraciones a Americaeconomica.com, el economista Roberto Texeira da Costa, alto directivo de la aseguradora brasileña Sul America, ha explicado que la puesta en marcha de este proyecto debe realizarse de manera «paulativa y con mucho cuidado porque a Brasil también le interesa contar con un billete verde fuerte, ya que una gran parte de sus reservas están comprometidas en dólares».
Texeira cree que sería una medida acertada para estimular el comercio entre ambas naciones, pero que los dos países deben trabajar de manera gradual para evitar que el dólar se deprecie en el corto plazo, afectando severamente a estas reservas en divisa extranjera.
«Lo mismo ocurre con este tipo de acuerdos que se están intentando dentro del Mercosur. Debe ser un proceso con una evolución natural». Hay que recordar que Argentina y el país carioca ya cuentan con un acuerdo comercial de este tipo. En octubre de 2008 se inauguró el comercio bilateral en divisa local entre los dos vecinos del Mercosur, y hasta mayo de este año sumó apenas 48 millones de dólares, un 0,5% del total del intercambio comercial entre los dos países.
Las cifras podrían seguir cayendo con las últimas medidas proteccionistas impuestas por el Gobierno de Cristina Fernández a la importación de productos brasileños. La solución a este conflicto pasa inevitablemente, según Texeira, por lo que él denomina la «diplomacia empresarial», alcanzando acuerdos por sectores y trabajando duramente en un diálogo común.
En abril de este año, China se convirtió en el primer socio comercial de Brasil, desbancando por primera vez a EEUU. El comercio bilateral entre ambos países movilizó 3.200 millones de dólares, superando los 2.800 millones registrados en las transacciones entre Brasil y EEUU en el mismo periodo.