Los especuladores financieros internacionales están convencidos de que los esfuerzos de los mercados emergentes por frenar el rally fracasarán en el intento. Estas afirmaciones surgen a raíz de la intervención del Fondo Soberano brasileño en el mercado monetario, con el fin de depreciar el real. La apreciación que vive la divisa brasileña perjudica gravemente al país dirigido por Luiz Inácio Lula, por la pérdida de competitividad en el marco comercial. Como bautizó Guido Mantega, ministro brasileño de Hacienda, existe entre los mercados emergentes y los países desarrollados una ‘guerra mundial de dinero”.
Los especuladores internacionales se han mostrado muy seguros a la hora de afirmar que los intentos del Gobierno brasileño por frenar la apreciación del real no servirán para dicho objetivo. Creen, que ante las intervenciones monetarias que están realizando en los últimos días, la moneda brasileña continuará el rally.
Estas declaraciones realizadas por los observadores internacionales surgen como respuesta al intento de Lula de depreciar el real a través del Fondo Soberano. Para ello, Lula ha ordenado a los responsables del Fondo que usen toda su potencia e intenten frenar la deriva alcista de la moneda brasileña.
Son sólo 10.000 dólares (unos 7.950 euros), pero las autoridades brasileñas esperan que sea suficiente para desalentar a los especuladores que quieran aprovechar el hueco abierto en el mercado de divisas por la oferta de acciones de Petrobras.
La ampliación de capital que realizó recientemente la petrolera brasileña, Petrobras, valorada en unos 20.400 millones de reales (52.117 millones de euros), ha sido una de las causas de la apreciación ‘indeseada’ del real.
Guido Mantega, ministro de Hacienda, declaró que el mundo entero está metido en una ‘guerra’ comercial y de tipos de cambios, en la cual cada país debilita deliberadamente sus monedas para ganar ventaja comercial. El presidente del Banco Central brasileño ha declarado que este tema debe ser abordado en la próxima reunión del G-20 en el mes noviembre.
«Este es un problema cambiario muy serio que debería ser abordado, no es necesariamente una guerra. Algunos países parecen tener un problema (…) Brasil no va a pagar el precio», aseguró.
La apreciación del real no es una víctima de esta ‘guerra’, según los analistas. Hay que tener en cuenta que Brasil tiene una economía en pleno crecimiento, con sólidos fundamentos económicos y unas tasas de interés altas, características que no han pasado por alto los inversores internacionales.
Además, el presidente del Banco Central brasileño, Henrique Meirelles, ha declarado que el Gobierno esta considerando aumentar los impuestos sobre las entradas de capital en un intento de detener el rally de la divisa brasileña, aunque ha aclarado que la medida no se pondrá en marcha próximamente
