Ibrahim Ferradaz, ex ministro de Turismo, vuelve a la primera línea de la política cubana

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Ibrahim Ferradaz, ex ministro de Turismo, vuelve a la primera línea de la política cubana

Los últimos, e inesperados, cambios en la estructura de poder de la Isla han deparado algunas sorpresas a los inversores internacionales con intereses en Cuba, más veteranos. Por ejemplo, reencontrarse en puestos de responsabilidad, con viejos conocidos con los que mantuvieron intensas relaciones en otros tiempos. Ese sería el caso de Ibrahim Ferradaz, el flamante director de Negocios y Proyectos del Instituto Aeronáutico de Aviación Civil que preside ahora el general de brigada Ramón Martínez Echevarría.

Ferradaz, ya veterano, jugó un papel importante en la tímida apertura económica que en la década de los noventa intentó poner en marcha el hoy defenestrado Carlos Lage, primero como ministro de Inversión Extranjera y Colaboración, y luego como ministro de Turismo.

Durante su estancia en la Administración, entre otros hitos históricos, los más veteranos señalan, por ejemplo, la celebración de los primeros seminarios conjuntos de empresarios estadounidenses y autoridades cubanas en Cancún, que organizaba, y organiza todavía, el responsable de Alamar Associates, Kirby Jones.

En aquellas fechas, Ferradaz contaba con un asesor de lujo en la figura de Manuel Figueras, también presente desde el inicio en estos contactos. Algunos diplomáticos habaneros se preguntan ahora, si el regreso del ex-ministro no vendrá aparejado por la reaparición de Figueras. Lo más curioso de todo esto es que Ferradaz fue destituido en febrero de 2004 en una rápida operación que le situó bajo la sombra de ciertas sospechas de corrupción nunca demostradas.

El Consejo de Estado de Cuba decidió liberarle de sus funciones como ministro de Turismo y asignarle otras responsabilidades. Fue sustituido por el entonces presidente ejecutivo del grupo turístico Gaviota, Manuel Marrero Cruz que aún mantiene su cargo.

Según algunos analistas, la crisis de Cubanacán, una de las mayores empresas turísticas del país, en la que se descubrieron irregularidades contables que forzaron la dimisión del presidente de la firma, había sido uno de los motivos de la decisión. Ahora se ve como un antecedente en la llegada de los militares y sus hombres de confianza a los puestos clave del poder.

De hecho, Gaviota formaba y forma parte del Grupo Empresarial de las Fuerzas Armadas y la designación de Marrero, también entonces, se interpretó en esa clave. Por lo visto, Ferradaz ha sobrevivido.

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