Si la semana pasada las empresas de telefonía del magnate mexicano Carlos Slim, América Móvil y Telmex, coparon las portadas de todos los medios porque su propietario anunció una fusión entre ambas que crearía la cuarta compañía de telecomunicaciones del mundo, hoy, el propio Slim ha tenido que matizar sus planes de negocio movido por las presiones de los empresarios de las telecomunicaciones mexicanos y del propio Gobierno de Felipe Calderón. El magnate ha querido dejar claro que no se trata de una fusión, sino de una oferta de intercambio accionario.
Carlos Slim, movido por presiones de todo tipo, ha decidido aparecer en público en rueda de prensa para anunciar que no existe ninguna oferta de compra de los accionistas de América Móvil por Telmex, que sólo se trata de una oferta de intercambio accionario. Slim ha asegurado que no hay ninguna fusión de ningún tipo, que es una oferta, una reestructuración corporativa.
Según ha aclarado el empresario, América Móvil lanzó una oferta para intercambiar acciones de Carso Global Telecom, controladora de Telmex y Telemex Internacional, para tomar esas acciones. Lo que sucedería, en caso de que se aprobara la operación, es que la controladora Telemex dejaría de ser Carso Global Telecom, y sería América Móvil como controladora accionaria.
En cuanto al rechazo de que Telmex pueda dar servicios triple play, el empresario lamentó que cuando en todo el mundo se marcha hacia una convergencia, México es de los únicos países de la OCDE donde no se permite concretarla, lo cual afecta el desarrollo tecnológico.
Además, agregó que la idea, que muchos repiten, sobre su posición dominante en el mercado es totalmente incierta, ya que si se hace un análisis serio se verá que Telmex tiene un brazo atado y no es dominante en absoluto.
