El consejero de Hacienda y Función Pública de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, ha afirmado que le «alegra muchísimo» recibir visitantes extranjeros y ha remarcado que «Madrid sigue abierto».
En una rueda de prensa celebrada este sábado, el consejero ha puesto en valor que el Gobierno regional haya tomado decisiones «basadas en el consejo científico» que han permitido mantener la hostelería y el comercio abierto a «personas que vienen de cualquier lugar de España y Europa», y ha apuntado que «peor sería que sucediera lo contrario».
Para Lasquetty, esto demuestra que «se puede luchar eficazmente contra la pandemia» sin necesidad de «llegar al cierre total, al menos en Madrid», de acuerdo con las circunstancias propias de la región, y ha añadido que «tan pronto como se pueda», volverán a prolongar las horas de apertura de la hostelería.
En esta línea, ha explicado que «jamás» entrarán a decirle a otros líderes regionales como deben afrontar la lucha contra la pandemia, pero ha pedido que nadie les diga a ellos cómo deben hacerlo «y mucho menos que alguien diga que ya está bien de que haya madrileños por todas partes, como ha hecho el presidente de Castilla la Mancha, Emiliano García Page».
Por otro lado, preguntado por si se destinarán más recursos presupuestarios a la Consejería de Sanidad, Lasquetty ha remarcado que ya hay 10.000 empleados más que el año pasado y que dicha área contará con «todas las disponibilidades que necesita» por lo que si hacen falta más sanitarios, «habrá más».
Asimismo, ha criticado al PSOE y al resto de partidos de la izquierda porque «se niegan a aceptar» que se hayan llevado a cabo estas contrataciones. «Dicen que no existen, y si existen, y están trabajando buena parte de ellos en el Hospital Isabel Zendal, que es el que está sacando del riesgo de morir a un número cada vez más importante de madrileños», ha enfatizado.
Finalmente, ha cargado también contra el Gobierno central y el Ministerio de Sanidad por haber tardado dos meses en aprobar la realización de test de detección del coronavirus en farmacias y clínicas dentales, y que cuando lo han hecho han pedido que se controlase «como si tuviera que ser racionado».
