Según señala el sindicato, el pasado 1 de julio comenzaban a cerrarse camas en el hospital madrileño. En las primeras fases, se han cerrado ya 102 camas y la previsión de cierre programada para las fechas próximas alcanza las 115. Unas camas con las que no contará el edificio del Hospital General y que ya está teniendo una “grave repercusión” en el servicio de Urgencias.
A lo largo de estas últimas dos semanas, desvela CSIT, la cifra de pacientes del servicio de Urgencias a la espera de cama en hospitalización no ha bajado de los 70. Incluso, se ha dado la situación de pacientes con más de 5 días de espera para ingresar en unidades como Hematología. “En consecuencia, dada la sobre ocupación, que roza el 120% en el servicio, la situación de los pacientes es prácticamente de hacinamiento y provoca que las condiciones de trabajo de la exigua plantilla de profesionales les genere altos niveles de estrés”, denuncia.
A pesar de que CSIT Unión Profesional ha trasladado a la dirección del servicio la “gravedad” de la situación, “la gerencia del hospital, conocedora del problema, lejos de darle solución”, critica, “ha optado por no reforzar suficientemente la plantilla”. Esto supone que el número de facultativos contratados hasta el 30 de septiembre, por ejemplo, “solo cubre un tercio de las necesidades del servicio”.
Desde el sindicato recuerdan que año tras año avisan de la falta de contrataciones que sufre este centro sanitario y la “improvisación” y el “incumplimiento” de los compromisos de dotación de personal “en los que incurre cíclicamente la gerencia ante el cierre de camas hospitalarias estacional”.
“La Urgencia es el servicio sobre el que, mayoritariamente, recae las nefastas repercusiones de esta mala gestión y planificación”, destaca.
La organización sindical exige al Gobierno regional que acabe con los cierres de camas “masivos” y “redimensione” las plantillas estructurales de los servicios de Urgencia hospitalaria “adecuadamente para evitar que estos colapsos sean reiterativos y constantes cada verano”.