Las familias italianas dan la espalda al Gobierno en su pulso contra los mercados

Las familias italianas dan la espalda al Gobierno en su pulso contra los mercados

Italia se encuentra en una situación complicada, después de que ayer Bruselas iniciase el camino para imponer sanciones al país.

Italia Roma

En su pulso contra Bruselas, el Gobierno italiano que conforman Movimiento Cinco Estrellas y Liga Norte ha apelado en varias ocasiones a las familias. La idea pasa por que usen sus ahorros para comprar deuda soberana del país y rebajen la presión de los mercados, pero las últimas subastas parecen poner en entredicho el apetito de los particulares italianos por esta inversión.

La respuesta de los hogares italianos a la última venta de bonos minoristas (BTP Italia) del gobierno ha estado “por debajo de las expectativas”, reconocían ayer los funcionarios del Tesoro italiano, con menos de 1.000 millones suscritos por los inversores.

La subasta de BTP Italia se realizó por primera vez en 2012, y desde entonces se ha convertido en un elemento fijo cada seis meses en el calendario de emisiones del Tesoro italiano. Cada venta lleva cuatro días: los libros se abren primero para los inversores individuales, y los inversores institucionales pueden unirse el último día.

En mayo, la última venta hasta el momento, la subida de las rentabilidades de los bonos a medida que se abrían los libros obligó al Gobierno a aumentar el cupón de oferta, del 0,4% al 0,55%, pero la demanda fue similar a otras ocasiones: los minoristas compraron unos 4.000 millones de la emisión, mientras que los institucionales se hicieron con unos 3.700 millones.

Esta vez, sin embargo, la oferta está luchando para alcanzar los 1.000 millones de euros, después de que el primer día, el más potente, se recaudasen apenas 480 millones de euros.

El Gobierno ha apostado abiertamente por favorecer las compras de deuda pública por parte de particulares. Matteo Salvini, el viceprimer ministro del país, señaló el pasado mes de octubre que los italianos que compran bonos gubernamentales deben ser recompensados ​​con exenciones fiscales. “El hecho es que debemos ayudar a quienes invierten en bonos del gobierno italiano”, dijo Salvini. “Me gustaría que el dinero ahorrado por los italianos ayude a las empresas italianas, a los fondos de pensiones italianos y no a los fondos de inversión extranjeros”.

Italia se encuentra en una situación complicada, después de que ayer Bruselas iniciase el camino para imponer sanciones al país. La prima de riesgo italiana, medida por el diferencial entre la rentabilidad del bono a diez años y la de su homólogo alemán, se situaba tras conocerse esta medida por encima de los 310 puntos.

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