A pesar de la tensión en los mercados por la guerra en Oriente Próximo, las grandes del sector energético español lograron eludir las pérdidas que arrastraron al conjunto del Ibex 35 a una caída del 1,3%. La clave estuvo en el informe presentado por la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, que exime de culpa directa a las eléctricas por el cero energético del pasado abril. Las subidas de Redeia, Repsol, Naturgy e Iberdrola reflejaron la confianza del mercado en estas conclusiones.
El informe oficial descarta fallos de las eléctricas
La ministra Sara Aagesen explicó en rueda de prensa que el apagón se originó por un “problema multifactorial” vinculado a sobretensiones, oscilaciones y desconexiones en cadena de varias centrales eléctricas. El Gobierno descarta que se tratara de un ciberataque o de una actuación concreta de una empresa.
El informe del Comité para el análisis del cero energético rechaza la hipótesis de sabotaje y señala una combinación de factores técnicos en la red
Según Aagesen, el informe será la base para una futura reforma legal: “La próxima semana aprobaremos un decreto ley para mejorar la supervisión del sistema eléctrico y evitar que esto vuelva a suceder”.
La Bolsa premia a las compañías desligadas del cero energético
A las 14.00 horas del martes, en un contexto de retrocesos generalizados en las Bolsas por la guerra entre Israel e Irán, las acciones de varias energéticas destacaban al alza:
Compañía | Variación (%) |
---|---|
Redeia | +1,36% |
Repsol | +1,1% |
Naturgy | +0,23% |
Enagás | +0,14% |
Iberdrola | +0,12% |
Endesa | +0,05% |
La subida de Repsol fue apoyada además por el repunte del precio del Brent, mientras que el resto del sector parece haber sido impulsado por el alivio de no ser considerado responsable del apagón.
En contraste, el Ibex 35 cayó un 1,3% lastrado por la incertidumbre geopolítica en Oriente Próximo
Próximas medidas del Ejecutivo
El nuevo marco regulatorio que prepara el Ministerio para la Transición Ecológica pretende dotar al sistema de mecanismos de supervisión más robustos. El objetivo es identificar de forma anticipada riesgos estructurales que puedan desembocar en desconexiones masivas.
La reforma se produce tras el apagón sin precedentes que el 28 de abril dejó a millones de personas sin luz durante minutos en España y Portugal, y que ha generado una oleada de revisiones técnicas en la red ibérica.