Lagarde niega que el BCE tenga la culpa de la subida en el precio de la vivienda

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Lagarde niega que el BCE tenga la culpa de la subida en el precio de la vivienda

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, muestra su “preocupación” por el impacto económico del coronavirus.

Christine Lagarde, presidenta del BCE

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, considera que la política monetaria ultralaxa de la institución no debe ser usada como chivo expiatorio de la subida en los precios de la vivienda o de la escasa rentabilidad de los bancos. Así lo ha defendido hoy en su intervención ante el comité de Asuntos financieros y monetarios del Parlamento Europeo, en donde ha mostrado además su “preocupación” por el impacto económico del coronavirus.

El tipo de depósito del BCE se ha situado en terreno negativo durante ya cinco años, y parece que seguirá un tiempo así, lo que ha generado algunas preocupaciones por los efectos secundarios que una medida de este calado puedan tener. Sin embargo, Lagarde ha señalado ante la Eurocámara que los responsables monetarios prestarán “mucha atención” al tema, pero no aceptarán toda la culpa.

“No sacaría la conclusión de que nuestra política monetaria actual haya sido realmente el factor principal en el aumento de los precios de la vivienda, o realmente el factor principal en la disminución de la rentabilidad de algunos bancos”, ha advertido. “Puede haber contribuido, pero no creo que sea una conclusión dada”.

Asimismo, la economista francesa ha reiterado que existen “señales de recuperación” de la economía de la eurozona, aunque también ha reconocido que la “incertidumbre” sobre el posible impacto del coronavirus representa una nueva “fuente de preocupación”.

Lagarde ha afirmado que algunos indicadores adelantados son ahora “levemente más optimistas”, al tiempo que las tensiones comerciales entre EEUU y China han ido disminuyendo. “Sin embargo, otros riesgos están persistiendo, como la incertidumbre sobre el impacto del coronavirus, y son una fuente de preocupación renovada”, ha añadido.

En general, Lagarde ha subrayado que la economía de la zona euro sigue creciendo, aunque con un impulso “todavía modesto”, en línea con las expectativas del BCE. La economía doméstica, en concreto, permanece “relativamente sólida”, con el consumo privado expandiéndose un 0,5% en el tercer trimestre del pasado año.

“Aun así, los factores globales siguen pesando sobre el crecimiento de la eurozona”, ha lamentado ante los eurodiputados la presidenta del BCE, quien también ha recordado que algunas de las incertidumbres que rodean el entorno económico global siguen siendo “elevadas”.

Este crecimiento moderado de la economía, ha explicado Lagarde, está “retrasando” que la subida de los salarios se esté traduciendo en mayores precios, y por eso la inflación sigue siendo “débil”: en torno al 1,4% en enero.

Según Lagarde, la tendencia a la baja del crecimiento, la menor productividad y el envejecimiento de la población son las principales causas de la caída de los tipos de interés, que junto con la baja inflación han reducido la capacidad del BCE y de otros bancos centrales para relajar su política monetaria.

Además, otros desafíos “estructurales” como las amenazas a la sostenibilidad ambiental, la “rápida” digitalización, la globalización y las “cambiantes” estructuras financieras también “han afectado a la evolución de los precios”.

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