Lagarde ha señalado la existencia de una «incertidumbre enorme» y riesgos «por todas partes», lo que impide comprometerse con una dirección concreta en la política monetaria.
Un enfoque «evolutivo» ante el ajuste monetario
En su comparecencia ante la prensa, tras la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, la mandataria ha defendido un enfoque “evolutivo” para evaluar el impacto de los 150 puntos básicos de ajuste acumulados en el ciclo de rebajas de tipos.
Lagarde ha subrayado que la política monetaria del BCE se está volviendo significativamente menos restrictiva, lo que supone un cambio relevante en comparación con comunicados anteriores en los que se enfatizaba la necesidad de mantener una política restrictiva el tiempo que fuera necesario.
“No se trata de un cambio pequeño e inocuo. Es un cambio que tiene un cierto significado”, afirmó Lagarde, resaltando la diferencia en la redacción del comunicado del BCE
Condiciones de financiación y evolución del crédito
Entre los factores que influyen en la decisión del BCE, la banquera central destacó la evolución de los costes de financiación, que están bajando tanto para empresas como para hogares, aunque «todavía no de manera espectacular». Paralelamente, el volumen de préstamos está en aumento.
“No estamos emitiendo un juicio. Lo que reconocemos es que [la política monetaria] se está volviendo significativamente menos restrictiva”, insistió Lagarde
De cara a la próxima reunión del BCE, prevista para el 17 de abril, Lagarde reafirmó que el proceso de desinflación sigue su curso, pero advirtió que la incertidumbre sigue siendo un factor determinante.
Un BCE condicionado por los datos
La presidenta del BCE enfatizó que el Consejo de Gobierno no se comprometerá con un camino específico de antemano, sino que dependerá exclusivamente de los datos económicos.
“Si los datos nos indican que para alcanzar el objetivo la política monetaria adecuada debería ser recortar, lo haremos. Pero si, por el contrario, los datos indican que no es así, entonces no recortaremos y haremos una pausa”, explicó
Lagarde reconoció que esta postura puede generar frustración en algunos sectores, pero defendió la necesidad de actuar con responsabilidad en un contexto de elevada volatilidad.
“Tenemos riesgos por todas partes, incertidumbre por todas partes”, advirtió, destacando que la situación actual no es un escenario de “blanco y negro”, sino un entorno en el que las proyecciones pueden cambiar de manera drástica
Perspectivas y desafíos para el BCE
Con la política monetaria en un punto de inflexión y la inflación bajo control, el BCE enfrenta un difícil equilibrio entre estimular la economía sin generar nuevas presiones inflacionarias. La evolución de los mercados financieros y los datos económicos de los próximos meses serán determinantes para definir los próximos pasos del organismo.