Esta postura evidencia que, aunque existe voluntad política por parte de ambas potencias, el margen para alcanzar un consenso es limitado. En este contexto, la Comisión Europea ha optado por suspender las contramedidas mientras se desarrolla el diálogo transatlántico.
Tiempo para negociar… pero con el reloj en marcha
El inicio de las conversaciones, marcado por una reunión entre el vicepresidente de la Comisión y responsable de Comercio, Maros Sefcovic, y representantes del Gobierno estadounidense en Washington, ha sido valorado positivamente por el Ejecutivo comunitario.
«Hemos suspendido nuestras contramedidas para dar tiempo y espacio a las negociaciones», subrayó McGrath, quien reiteró que la UE apuesta por una solución consensuada frente a un enfoque punitivo que considera perjudicial
Según el comisario irlandés, los aranceles resultan «dañinos para las empresas, los consumidores y pueden acabar costando el empleo a muchos trabajadores europeos». A su juicio, aplicar nuevas tasas no solucionará los retos estructurales del comercio mundial.
Acero y aluminio: el epicentro del conflicto
Uno de los principales focos de tensión es la sobrecapacidad global de acero y aluminio, un asunto que tanto Europa como EEUU reconocen como prioritario. No obstante, McGrath recalcó que el enfoque debe ser colaborativo.
«Queremos enfrentar estos desafíos juntos, como aliados estratégicos, no como rivales comerciales», defendió el comisario
A día de hoy, las exportaciones europeas al mercado estadounidense siguen soportando gravámenes del 10 %, que se elevan hasta el 25 % en productos clave como el acero y el aluminio, en algunos casos heredados de medidas anteriores impuestas bajo la administración Trump.