Tal y como detalla el INE, el grupo que destaca por su influencia en el incremento de la tasa anual es el transporte, que sitúa su tasa en el 1,2%, seis puntos y medio por encima de la del mes pasado. “Este aumento se debe a la subida de los precios de carburantes y lubricantes para vehículos personales, frente al descenso en agosto de 2022”.
Frente a esto, la vivienda, que disminuye su variación más de tres puntos, hasta el –18,0%. “Este comportamiento es debido, principalmente”, apunta, “a que la subida de los precios de la electricidad es menor” que la registrada en el mismo mes del año pasado.
Por su parte, los alimentos y bebidas no alcohólicas caen tres décimas, hasta el 10,5%. Esto se debe a la “estabilidad” de la leche, queso y huevos, frente a la subida del año anterior, así como al descenso de los precios de las frutas y a una menor subida de los precios de la carne y del pan y cereales respecto agosto de 2022.
La tasa de variación anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) disminuye una décima, hasta el 6,1%, situando su diferencia con el IPC general en tres puntos y medio.
Respecto a la situación por comunidades, la tasa anual del IPC aumenta en agosto respecto a julio en 15 autonomías y disminuye en las dos restantes. Los mayores aumentos se producen en Cantabria, Galicia y Castilla-La Mancha, de 0,6 puntos cada uno. Por su parte, los descensos se producen en Canarias y Extremadura, de 0,1 puntos en ambas.
Del azúcar a las patatas, pasando por el aceite: Los alimentos que más suben
En cuanto a los alimentos cuyos precios más han subido continúa estando el azúcar, que registra un incremento del 42,5% en lo que va de año. Por detrás, los aceites y las grasas (+30,9%), la carne de porcino (+15,6%), las patatas y sus preparados (+14,3%) y la leche (+14,1%).
Por encima del 10% también están el agua mineral, los refrescos y zumos (+13,1%), los preparados de legumbres y hortalizas (+12,3%), los huevos (+12,3%) o los cereales (+10%).
