La Reserva Federal mantiene los tipos por quinta vez ante la presión de Trump y la división interna

La Reserva Federal mantiene los tipos por quinta vez ante la presión de Trump y la división interna

El crecimiento del PIB, el buen dato de empleo y una inflación aún elevada llevan a la Fed a frenar las bajadas de tipos iniciadas en septiembre de 2024, pese a las presiones del presidente estadounidense.

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La Reserva Federal de EEUU ha decidido mantener los tipos de interés en el rango del 4,25%-4,50%, en lo que supone la quinta pausa consecutiva desde enero. La decisión, marcada por una creciente división interna y la presión del presidente Donald Trump, refleja la cautela del banco central ante una inflación persistente, un mercado laboral sólido y un crecimiento económico en recuperación.. Tras meses de recortes, la Fed detiene su senda bajista y apuesta por la prudencia. La economía estadounidense muestra signos de fortaleza con un rebote del PIB y una bajada del paro, mientras la inflación sigue lejos del objetivo del 2%. Sin embargo, el creciente pulso entre Jerome Powell y Trump, así como las voces disidentes dentro del FOMC, dibujan un panorama incierto para la política monetaria de los próximos meses. Cinco pausas consecutivas pese al giro de 2024 La decisión de este miércoles mantiene por quinta vez consecutiva los tipos de interés en el rango del 4,25%-4,50%, tras las reuniones de enero, marzo, mayo y junio. Se trata de una continuidad respecto a la senda iniciada en septiembre de 2024, cuando se produjeron tres bajadas consecutivas del precio del dinero. Pese a estas señales previas de relajación monetaria, la Fed considera que el contexto económico actual exige cautela. La institución ha advertido que la incertidumbre sobre las perspectivas sigue siendo “alta” y que los próximos movimientos dependerán de los datos entrantes en materia de crecimiento, empleo e inflación. “La inflación sigue siendo algo elevada y el crecimiento se ha moderado en la primera mitad del año”, ha señalado el banco central en su comunicado Inflación persistente y empleo sólido, claves del parón Los últimos datos publicados por el Gobierno estadounidense justifican el parón en la relajación monetaria. El índice de precios de gasto de consumo personal, el indicador preferido por la Fed, se situó en mayo en el 2,3% interanual, mientras que su versión subyacente subió hasta el 2,7%, ambas cifras una décima por encima del mes anterior. Al mismo tiempo, el mercado laboral mantiene su solidez: en junio se crearon 147.000 empleos no agrícolas y la tasa de desempleo bajó al 4,1%, mejorando las previsiones de los analistas, que esperaban un 4,3%. Estas cifras respaldan la tesis de que la economía puede sostener un nivel de tipos elevado sin frenar el crecimiento, al menos a corto plazo. No obstante, la Fed ha reiterado que está “preparada para ajustar los tipos” si la situación lo requiere. Tensiones internas y presión política desde la Casa Blanca La decisión de mantener los tipos no fue unánime. La vicepresidenta de supervisión, Michelle Bowman, y el gobernador Christopher Waller votaron a favor de un nuevo recorte de 0,25 puntos, mostrando una fractura interna poco habitual en el FOMC. Estas discrepancias no son ajenas al contexto político. Tanto Bowman como Waller son cercanos al presidente Donald Trump, quien ha intensificado sus críticas a Powell y exige una rebaja agresiva del precio del dinero. Trump considera que los tipos actuales perjudican a su estrategia económica y electoral. La ausencia de Adriana Kugler en la votación también resalta la creciente división en el seno del comité El PIB rebota con fuerza tras el tropiezo de comienzos de año En paralelo a la reunión de la Fed, el Departamento de Comercio publicó este miércoles una primera lectura del PIB del segundo trimestre de 2025. La economía estadounidense creció a un ritmo anualizado del 3%, frente al -0,5% registrado en los tres primeros meses del año. Este dato refuerza la percepción de que la primera potencia mundial ha superado el bache inicial del año y avanza hacia una senda de crecimiento más sostenida, pese al contexto internacional incierto y la elevada deuda pública.

La Reserva Federal de EEUU ha decidido mantener los tipos de interés en el rango del 4,25%-4,50%, en lo que supone la quinta pausa consecutiva desde enero. La decisión, marcada por una creciente división interna y la presión del presidente Donald Trump, refleja la cautela del banco central ante una inflación persistente, un mercado laboral sólido y un crecimiento económico en recuperación.

Tras meses de recortes, la Fed detiene su senda bajista y apuesta por la prudencia. La economía estadounidense muestra signos de fortaleza con un rebote del PIB y una bajada del paro, mientras la inflación sigue lejos del objetivo del 2%. Sin embargo, el creciente pulso entre Jerome Powell y Trump, así como las voces disidentes dentro del FOMC, dibujan un panorama incierto para la política monetaria de los próximos meses.

Cinco pausas consecutivas pese al giro de 2024

La decisión de este miércoles mantiene por quinta vez consecutiva los tipos de interés en el rango del 4,25%-4,50%, tras las reuniones de enero, marzo, mayo y junio. Se trata de una continuidad respecto a la senda iniciada en septiembre de 2024, cuando se produjeron tres bajadas consecutivas del precio del dinero.

Pese a estas señales previas de relajación monetaria, la Fed considera que el contexto económico actual exige cautela. La institución ha advertido que la incertidumbre sobre las perspectivas sigue siendo “alta” y que los próximos movimientos dependerán de los datos entrantes en materia de crecimiento, empleo e inflación.

“La inflación sigue siendo algo elevada y el crecimiento se ha moderado en la primera mitad del año”, ha señalado el banco central en su comunicado

Inflación persistente y empleo sólido, claves del parón

Los últimos datos publicados por el Gobierno estadounidense justifican el parón en la relajación monetaria. El índice de precios de gasto de consumo personal, el indicador preferido por la Fed, se situó en mayo en el 2,3% interanual, mientras que su versión subyacente subió hasta el 2,7%, ambas cifras una décima por encima del mes anterior.

Al mismo tiempo, el mercado laboral mantiene su solidez: en junio se crearon 147.000 empleos no agrícolas y la tasa de desempleo bajó al 4,1%, mejorando las previsiones de los analistas, que esperaban un 4,3%.

Estas cifras respaldan la tesis de que la economía puede sostener un nivel de tipos elevado sin frenar el crecimiento, al menos a corto plazo. No obstante, la Fed ha reiterado que está “preparada para ajustar los tipos” si la situación lo requiere.

Tensiones internas y presión política desde la Casa Blanca

La decisión de mantener los tipos no fue unánime. La vicepresidenta de supervisión, Michelle Bowman, y el gobernador Christopher Waller votaron a favor de un nuevo recorte de 0,25 puntos, mostrando una fractura interna poco habitual en el FOMC.

Estas discrepancias no son ajenas al contexto político. Tanto Bowman como Waller son cercanos al presidente Donald Trump, quien ha intensificado sus críticas a Powell y exige una rebaja agresiva del precio del dinero. Trump considera que los tipos actuales perjudican a su estrategia económica y electoral.

La ausencia de Adriana Kugler en la votación también resalta la creciente división en el seno del comité

El PIB rebota con fuerza tras el tropiezo de comienzos de año

En paralelo a la reunión de la Fed, el Departamento de Comercio publicó este miércoles una primera lectura del PIB del segundo trimestre de 2025. La economía estadounidense creció a un ritmo anualizado del 3%, frente al -0,5% registrado en los tres primeros meses del año.

Este dato refuerza la percepción de que la primera potencia mundial ha superado el bache inicial del año y avanza hacia una senda de crecimiento más sostenida, pese al contexto internacional incierto y la elevada deuda pública.

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