La economía española continúa creciendo con fuerza, con un aumento del PIB del 3,1% en tasa interanual en el primer trimestre de 2025. Sin embargo, este ritmo se ha desacelerado ligeramente respecto a trimestres anteriores, cuando el crecimiento superaba el 3,5%.
Desde 2014, y con la excepción del año pandémico, España ha mantenido una senda de crecimiento robusta sin sacrificar productividad, algo que contrastaba con patrones de etapas anteriores. No obstante, en el arranque de 2025, la productividad total de los factores (PTF) ha crecido menos, en paralelo a una expansión significativa del empleo y la inversión.
Menor aportación de la productividad al crecimiento
La eficiencia productiva sigue siendo positiva, pero su influencia en el crecimiento del PIB se reduce.
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La PTF creció un 0,9% interanual, un 38% menos que en 2024.
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La productividad aportó el 29,4% del crecimiento del PIB, frente al 41,7% del año anterior.
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La creación de empleo explicó el 44,3% del crecimiento del PIB.
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El capital representó el 26,3%, manteniéndose estable.
Desigual evolución sectorial de la productividad
El informe destaca una notable disparidad sectorial en la evolución de la productividad:
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Sector primario: +3,5% interanual.
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Manufacturas y servicios: +1%.
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Energía y construcción: evoluciones negativas, -2,5% y -1,1% respectivamente.
Entre los servicios, el comportamiento fue dispar:
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Al alza: comercio, transporte y hostelería (+3,04%); actividades profesionales y técnicas (+2,6%).
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A la baja: información y comunicaciones (-3,7%); actividades financieras y seguros (-2,6%).
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Estancadas: actividades artísticas y recreativas (+0,3%).