La presión migratoria sobre España se duplica tras el refuerzo europeo a los guardacostas libios

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La presión migratoria sobre España se duplica tras el refuerzo europeo a los guardacostas libios

Frontex alerta del aumento de llegadas irregulares durante el mes de agosto, que han caído en Italia y Grecia.

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Solo en el mes de agosto se detectó el intento de entrada irregular en Europa de 12.200 personas a través de las cuatro grandes rutas migratorias hacia la UE. Según los últimos datos de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex), hasta 2.400 de ellas tenían como destino España, el doble que en el mismo mes de 2016, En lo que va de año, España ha detectado la llegada de más de 14.000 migrantes indocumentados.

Mientras, las llegadas a Italia cayeron dos tercios respecto a julio, a pesar de de que la ruta del Mediterráneo central sigue acumulando el mayor número de intentos de entrada. De media, el total de detecciones en las cuatro vías de entrada a la UE cayó en dos tercios este año respecto al mismo periodo de 2016.

España representa el principal filón de la ruta del Mediterráneo occidental, y los últimos datos que ayer hizo públicos Frontex apuntan que los migrantes detectados en esta vía proceden mayoritariamente de Marruecos, Costa de Marfil y Gambia.

El responsable de la agencia europea explicaba hace unos días que se está vigilando la situación para comprobar si existen riesgos de desplazamiento de la ruta del Mediterráneo central hacia Marruecos, pero recalcaba que Frontex «no tiene ninguna indicación» al respecto por ahora.

“Por el momento no podemos decir que haya un vínculo entre los acontecimientos actuales en Libia y el aumento de llegadas desde Marruecos hacia España”, declaraba el director de Frontex, Fabrice Leggeri, en un encuentro con la prensa en Bruselas la pasada semana.

Leggeri se refiere así al aumento del control policial de las migraciones en Libia: la UE ha suscrito acuerdos de formación y refuerzo de su guardia costera, un movimiento que, además, ha acabado por expulsar a las ONG que trabajaban en rescates frente a la costa libia.

Un año antes, la estrategia de Bruselas pasó por acordar con Turquía la deportación de todo migrante ilegal llegado a las islas griegas a cambio de un millonario influjo económico a Ankara. Ambos acuerdos, con Turquía y Libia, han hecho caer las llegadas en el Mediterráneo oriental y central, pero no han dado solución al aumento de la presión migratoria sobre España ni a la erradicación de muertes en el mar que nos separa de Marruecos.

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