El XV Informe anual de EAPN-ES revela una ligera mejora en los indicadores de pobreza en España durante 2024, pero también pone de manifiesto que la situación de vulnerabilidad sigue siendo preocupante para millones de personas. La organización alerta de la cronificación de la pobreza severa, la brecha de género, el impacto en las familias monoparentales y la persistente pobreza infantil, que sigue siendo la más alta de la UE, a pesar de las políticas sociales aplicadas en los últimos años.
La pobreza desciende, pero sigue siendo estructural
El informe destaca que la tasa Arope —que mide el riesgo de pobreza y/o exclusión social— ha bajado del 26,5% al 25,8%, lo que supone 200.000 personas menos afectadas. Sin embargo, al menos una de cada cuatro personas sigue en esta situación desde hace más de una década. Además, la pobreza severa permanece en 4,1 millones de personas, mientras que la pobreza infantil golpea a 2,3 millones de menores, lo que convierte a España en el país con la mayor tasa de la UE.
La Red de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN-ES) subraya que esta reducción refleja el impacto de las políticas sociales recientes, aunque advierte que no son suficientes para erradicar la pobreza de forma estructural.
La cifra de personas en situación de pobreza severa no se ha movido respecto a 2023 y está un punto por encima de 2008, con ingresos inferiores a 644 euros al mes por unidad de consumo
El papel del Estado y la desigualdad en la infancia
Según el informe, el Estado del bienestar ha evitado que 11,1 millones de personas caigan en la pobreza gracias a sus transferencias y pensiones. Sin embargo, el impacto protector es menor en comparación con otros países como Francia o Irlanda, y especialmente insuficiente en el caso de la pobreza infantil.
Las ayudas y prestaciones en España reducen la pobreza infantil solo un 20,2%, muy lejos de la media europea del 41,9%
En hogares con menores de 18 años, la tasa de riesgo de pobreza y/o exclusión social alcanza al 50,3% en familias monoparentales y al 49,1% en familias numerosas, cifras especialmente preocupantes para la EAPN-ES.
Vivienda, energía y discapacidad: factores agravantes
El gasto en vivienda sigue siendo un factor clave de empobrecimiento: en hogares pobres, llega al 35,5% de los ingresos y deja apenas 333 euros para otros gastos tras el pago del alquiler. A esto se suma la pobreza energética, que aunque ha descendido tres puntos en 2024, afecta al 17,6% de la población y se ha triplicado desde 2008.
“Acabar con la pobreza es una decisión política”, concluye el informe, que urge a aprovechar el crecimiento económico y los fondos europeos para cerrar esta brecha social que lleva demasiado tiempo abierta
El informe también alerta de la fuerte relación entre discapacidad y pobreza: el 32,9% de las personas con discapacidad están en riesgo de pobreza o exclusión social, cifra que sube al 40,7% entre los 16 y 64 años.
Reclaman un Pacto de Estado urgente
La EAPN-ES pide medidas estructurales y urgentes para romper este círculo de vulnerabilidad y reclama la aprobación de un Pacto de Estado contra la Pobreza. Este pacto debería garantizar ingresos dignos, acceso a vivienda, empleo de calidad, educación inclusiva y políticas de cuidados y corresponsabilidad.